
Llevamos mucho tiempo hablando de los conceptos de sostenibilidad, economía circular, creatividad e innovación.
La sostenibilidad ha significado hablar de conceptos como el ahorro de costes energéticos, la gestión eficiente de los residuos y el reciclaje. La economía circular se basa en reutilizar al máximo posible todas las materias y elementos de su desarrollo. La creatividad está en el principio del mundo, en cuanto al descubrimiento de nuevas posibilidades en todos los sentidos. Y la innovación ha sido siempre, básicamente, encontrar nuevas maneras de hacer cosas ya desarrolladas o de nueva creación.
Apuesta
Hay que crear, innovar y encontrarle un fin que resuelva los retos actuales que plantea la emergencia climática
En los últimos tiempos, se ha creado una corriente de diferenciar, pero también de resumir, todos estos conceptos que ha llevado a la circularidad, resumen de la sostenibilidad y de la economía circular y la creativazión , mezcla de creatividad e innovación, puesta de moda por Josep Lagares, presidente de Metalquimia, a través de su libro Time-Out . La circularidad pone de manifiesto que no basta con reciclar, que tampoco basta con la gestión eficiente de residuos, ya que hay que resolver el destino final de los mismos, y que también hay que innovar para reducir al máximo el coste de los dos conceptos anteriores. Tengamos en cuenta que en
el mundo actual gobernado por muchos líderes incapaces e ineptos, conviven las emergencias climáticas y los problemas de sostenibilidad con las presiones inflacionarias y el proteccionismo económico, que hacen que, por la falta de políticas suficientes de los Estados, la circularidad sea de obligado y urgente cumplimiento, si no queremos que sea demasiado tarde. No olvidemos a los negacionistas. Algunos, líderes importantes.
La creativación es el resultado de vincular la creatividad con la innovación, dejando claro que no basta con crear, sino que especialmente hay que encontrarle un fin a esta creatividad, que de alguna manera, queda vinculado a la innovación. Se está trabajando en ello. Dos ejemplos recientes de todo esto es el nuevo Nobel de química, cuyo proceso nos permite extraer agua del aire del desierto y otra es la posibilidad de producir gas de origen renovable a partir de los excrementos de los cerdos.
Lo que hace falta es identificar los problemas que tenemos para, acto seguido, establecer los retos que necesitamos conseguir, para que todo esto estimule nuestra creatividad, para acabar resolviendo el problema de la forma más innovadora posible. Definidas, pues, las dos palabras del título, deberíamos convenir con la importancia que tendría para la economía, que todas las empresas, y no solamente las industriales, se aplicasen a introducir estos conceptos. Y digo todas las empresas porque por ejemplo las de servicios también lo pueden y deben hacer. Pero la circularidad y la creativación deberíamos aplicarlas también a escala individual y que cada persona las incorporase a sus vidas.
Esperemos que así sea, por el bien de nuestro futuro como humanidad.
