Primero fueron días de incertidumbre. Y ayer, horas de confusión, donde ni en Estambul ni en las capitales implicadas se apostaba cien por cien por la reanudación de negociaciones directas entre Rusia y Ucrania tres años después. Finalmente, hoy los delegados del presidente ruso, Vladímir Putin, y los de su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, ya están la ciudad turca, y el palacio de Dolmabahçe preparado para que se reanude el diálogo directo entre los dos bandos. Antes Moscú y Kyiv intercambiaron acusaciones e insultos mientras cada uno aseguraba estar más comprometido que el otro con la búsqueda de la paz. Y, como colofón, Donald Trump aseveró que no habrá fin a la guerra sin que él ponga su grano de arena.
El jefe del Kremlin no recogió el guante que el domingo le lanzó Zelenski para encontrarse cara a cara en Estambul. La demora de Moscú en responder al desafío ha sido el principal motivo de dudas durante toda la semana. Además, Rusia no hizo pública la composición de su delegación hasta el miércoles a última hora, y en ella no estaba el mandatario ruso.
Putin puso al frente del grupo negociador a su consejero para asuntos culturales y exministro de Cultura Vladímir Medinski. La delegación también incluye a Mijaíl Galuzin, viceministro de Exteriores; a Ígor Kostiukov, jefe de la Dirección General del Estado Mayor del Ejército; y a Alexánder Fomín, viceministro de Defensa.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, tras su reunión ayer en Ankara con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan
Zelenski, que había propuesto un cara a cara a Putin, calificó de “pura fachada”la delegación rusa
El Kremlin confirmó ayer que Putin no tiene planes de viajar a Estambul, pero su posible viaje a Turquía dependerá del resultado de los contactos en la ciudad a orillas del Bósforo.
La composición del equipo ruso provocó ayer críticas desde la parte ucraniana, que aseguró que se trata de un equipo de segundo nivel, lo que demuestra la poca voluntad de Putin de llegar a acuerdos. Tras llegar a Ankara para reunirse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Zelenski calificó la delegación enviada por Moscú de “pura fachada” y se preguntó sobre su capacidad para “tomar decisiones”. Su ayudante, Mijailo Podoliak, ya había dicho que el presidente ucraniano no podía reunirse con Medinski. Según Podoliak, “su estatus no está claro, es un asistente para el Patrimonio histórico de Putin, o para la corrección de la historia, diría yo” y “es poco probable (que sea adecuado) para discutir temas fundamentales”. Nacido en la Ucrania soviética, Vladímir Medinski es conocido por su lectura nacionalista de la historia de Rusia. En el 2023 declaró que Ucrania formaba “parte de la tierra rusa”.
A pesar de las reticencias ucranianas, sin embargo Medinski fue quien encabezó las negociaciones de la primavera del 2022 (primero en Bielorrusia y luego, en Estambul), y entonces Kyiv negoció con ese equipo hasta que el contacto se rompió.
Moscú respondió llamando “payaso” a Zelenski por boca de la portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova. “¿Quién usa la expresión ‘pura fachada’? ¿Un payaso? ¿Un fracasado?”, dijo durante una rueda de prensa en la capital rusa.
A la insistencia de Ucrania para que Putin se presentase en Estambul, reaccionó ayer el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, quien llamó a Zelenski “patético”. “Primero declara que exige reunirse personalmente con Putin. Es una persona patética. Todos entienden la situación excepto él y los titiriteros que lo controlan”, dijo Lavrov durante una intervención ante el Club Diplomático.
Replicó el Ministerio de Exteriores de Ucrania a través de su portavoz, Gueorgui Tiji, quien lamentó en la red social X que Lavrov se dedique a “ladrar desde Moscú” en lugar de desplazarse a Turquía para negociar el final de la guerra entre los dos países.
Lavrov llama “patético” a Zelenski por insistir en verse personalmente con el jefe del Kremlin
Este intercambio de insultos sembró más dudas sobre el comienzo de la reunión, que las agencias rusas anunciaron al principio para las diez de la mañana de ayer.
Ucrania también contribuyó a la confusión. No anunció oficialmente la composición de su delegación, y fueron los medios los que dieron nombres de quiénes iban a acompañar a Zelenski.
Este prefirió alargar la espera e insistir en la reunión con Putin. En lugar de volar a Estambul, viajó a la capital turca, Ankara, donde se reunió con Erdogan. Solo después de este encuentro anunció que iba a enviar una delegación a Estambul, pero que él no iba a participar. Al frente está el ministro de defensa, Rustem Umérov.
No aclaró, sin embargo, cuándo comenzaría el diálogo y explicó que la reunión podría celebrarse o bien ayer a última hora o bien hoy viernes, y añadió que debe incluir a representantes de Turquía y de Estados Unidos.
Finalmente, el encuentro se terminó aplazando hasta hoy. El asesor presidencial de comunicaciones de Ucrania, Dimitró Litvin, dijo que el equipo negociador ucraniano iba a llegar a Estambul a última hora de la noche. La agencia rusa Tass y el diario Kommersant aseguraron que las negociaciones comenzarán finalmente hoy, 16 de mayo.
Zelenski también resaltó que la prioridad de la delegación ucraniana será acordar la declaración del alto el fuego que viene reclamando Kyiv desde hace semanas para empezar a negociar el final de la guerra.
Estados Unidos ya estaba incluido en la ecuación, porque Donald Trump envió a Turquía a sus pesos pesados en las negociaciones que Washington ha mantenido como mediador con Rusia y Ucrania: sus enviados especiales Keith Kellogg y Steve Witkoff, más el secretario de Estado, Marco Rubio. Este, que se encontraba en la ciudad turca de Antalia participando en una cumbre de ministros de Exteriores de la OTAN, dijo que viajaría a Estambul hoy viernes.
El propio Trump ha llegado a insinuar esta semana que podría suspender su gira por los países del Golfo para viajar a Estambul si hubiese avances sustanciales.
Pero en medio de este caos de incertidumbres, anuncios, acusaciones e insultos, con Rusia y Ucrania anclados en posiciones que parecen inamovibles, EE.UU. no tiene grandes esperanzas en esta reunión de Estambul. Ayer tanto Donald Trump como Marco Rubio dijeron que la salida es una reunión de Putin con el presidente estadounidense.
“Creo que no pasará nada, les guste a ustedes o no, hasta que él y yo estemos juntos”, dijo Trump a los periodistas a bordo del avión presidencial que lo llevaba de Qatar a los Emiratos Árabes Unidos. “Pero vamos a tener que encontrar una solución porque mucha gente está muriendo”, añadió.