El exluchador de kickboxing e influencer misógino Andrew Tate será procesado en un caso civil, en el que cuatro mujeres, bajo anonimato, alegan fueron maltratadas física y sexualmente por el acusado entre el 2013 y el 2015. Dos de ellas dicen que mantenían una relación íntima con Tate, y las otras dos trabajaban para su negocio de cámaras web.
En los documentos judiciales, los abogados de las mujeres detallan que Tate amenazó a una mujer con una pistola mientras decía que “harás lo que te digo o habrá mucho que pagar” y que Tate estranguló a otra mujer hasta dejarla inconsciente durante un acto sexual. Una de las mujeres al servicio de Tate alega que el influencer le ponía en una llave de cabeza o le azotaba con un cinturón si no empezaba a trabajar. Tate niega las acusaciones, y sus abogados mantienen en la defensa escrita que las denuncias son falsas y que todas las relaciones sexuales eran consensuadas.
El proceso comenzó este martes con la primera audiencia preliminar ante el Tribunal Supremo en Londres. El juicio está previsto para principios del 2027, en un proceso que podría durar hasta tres semanas.
El juez Richard Armstrong dice que las demandantes “buscan daños que alcanzarían las seis cifras”. La abogada de Tate, Vanessa Marshall, afirma que su cliente no asistió a la audiencia porque no era obligatorio, y que Tate prestará declaración en el juicio. Añade que Tate llamará a 11 testigos en su defensa.
La abogada de las demandantes, Anne Studd, dice que será “la primera ocasión en que el control coercitivo se someterá a debate ante el Tribunal Supremo en un contexto civil” para decidir si constituye un daño intencional según la legislación inglesa.
Studd define el control coercitivo como “una forma de grooming y manipulación en la que la víctima pierde gradualmente la capacidad de responder de manera normal; es posible que la víctima no se escape, aunque la puerta esté abierta”. En la audiencia de este martes, Studd dijo que “es muy importante que el tribunal tenga la imagen completa” y que pedirá evidencia experta en lo que constituye el control coercitivo. Añadió que ambas partes buscarán tomar declaración a psiquiatras forenses.
Mientras se desarrolla el caso civil, Tate y su hermano Tristan siguen bajo investigación en un caso penal en Rumanía por supuestas actividades criminales, como organizar un grupo criminal, trata de personas, trata de niños, relaciones sexuales con menores y lavado de dinero. Los hermanos Tate niegan todas las acusaciones.
