
Portal único europeo, mejor acceso a la contratación pública comunitaria, reconocimiento mutuo de calificaciones crediticias y una plataforma de titulización que abarate y amplíe la financiación. Estas son las cuatro propuestas que el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, puso ayer sobre la mesa en el encuentro empresarial hispano-italiano celebrado en la sede de Foment del Treball en Barcelona. Medidas que buscan esencialmente reducir la burocracia, facilitar el acceso a recursos y promover un entorno empresarial más dinámico y eficiente.
Cuerpo defendió que la integración europea debe traducirse en beneficios palpables para las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, que concentran el tejido productivo en ambos países. “Europa no puede caer en la parálisis. Tenemos la hoja de ruta; lo que necesitamos ahora es aplicarla con urgencia para que nuestras pymes sientan de forma tangible los beneficios de pertenecer a la Unión”, afirmó, a la vez que recordó la relevancia del acuerdo con el Mercosur, cuya ratificación espera antes de final de año: “Es un mensaje económico muy potente que abre oportunidades para sectores clave como el vino y el aceite de oliva, fundamentales tanto en Italia como en España”.
La desburocratización de la UE y la búsqueda de nuevas alianzas comerciales centraron el encuentro
El encuentro entre Cuerpo y el vicepresidente del Consejo de Ministros y ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, en suelo de Foment no es casual. Los intercambios comerciales entre España e Italia superan a día de hoy los 77.000 millones de euros y la inversión directa cruzada alcanza los 65.000 millones. De ahí que Tajani se apuntara a seguir yendo de la mano en busca de nuevas estrategias comerciales, pero poniendo el foco también en mercados internacionales como Brasil, Mexico, Argentina y, también, Estados Unidos. “Un arancel del 15% no es un regalo, pero sigue siendo mejor que lo que soportan países como India”, dijo, y señaló como fortaleza común la calidad de los productos españoles e italianos. También puso el Mediterráneo en el epicentro de la estrategia europea. Un mar que, según sus palabras, “debe ser un motor de desarrollo y no un cementerio”.
El acto, presidido por el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, sirvió también para presentar el II Barómetro de la inversión italiana en España, que refleja que en el 2024 la inversión italiana se triplicó hasta los 987 millones de euros, consolidando a Italia como décimo inversor en el país y generando más de 107.000 empleos. Un contexto que sirvió al dirigente de la patronal para seguir apostando por una Europa “más cohesionada, competitiva y ambiciosa”, que debe ser líder en tres ámbitos estratégicos: “La transición ecológica, la digitalización y la competitividad”.