Microsoft y OpenAI, dueña de ChatGPT en la que el gigante tecnológico es el principal inversor, investigan si un grupo ligado a la startup china de inteligencia artificial DeepSeek ha obtenido gran cantidad de datos de la tecnología de OpenAI sin autorización y los ha reaprovechado para construir su modelo, según ha informado Bloomberg.
El pasado otoño investigadores de seguridad de Microsoft detectaron a un grupo de usuarios, que creen que tienen vinculación con DeepSeek, exportando una gran cantidad de datos de la interfaz de programación de aplicaciones (API) de OpenAI. La plataforma permite el pago de una licencia para acceder a la API, con la idea de que puedan integrar los modelos de inteligencia artificial patentados de OpenAI en sus propias aplicaciones.
Esta exportación masiva podría violar los términos de servicio de OpenAI, o indicar que el grupo trabajó para saltarse las restricciones sobre la cantidad de datos que podían obtener, ha informado Bloomberg según fuentes conocedoras. La plataforma optó por bloquear las cuentas sospechosas.
DeepSeek ha desarrollado un modelo de IA que requiere unas inversiones y capacidades para operar mucho menores a las vistas hasta ahora, acercándose a los resultados de sus competidores estadounidenses, que llevan la delantera.
Las dudas no son las primeras. David Sacks, designado “zar de la inteligencia artificial” por Donald Trump, planteó este martes que existe “evidencia sustancial” de que DeepSeek se basó en los resultados de los modelos de OpenAI para ayudar a desarrollar su propia tecnología. Sacks citó una técnica conocida como “destilación”, por la que un modelo de IA utiliza los resultados de otro con fines de entrenamiento para desarrollar capacidades similares. Así, permite transmitir los aprendizajes de un modelo a otro. “Hay evidencia sustancial de que lo que hizo DeepSeek fue extraer conocimiento de los modelos de OpenAI”, señaló Sacks, sin detallar esta evidencia.
En un comunicado, un portavoz de OpenAI ha apuntado que “sabemos que las empresas con sede en China (y otras) constantemente tratan de destilar los modelos de las principales empresas estadounidenses de inteligencia artificial”. La empresa asegura que se toman medidas para proteger su propiedad intelectual y valora qué avances punteros incluyen en los modelos que publica, a la vez que ha pedido más colaboración con las autoridades para protegerse mejor de los “esfuerzos de rivales de apropiarse de tecnología estadounidense”. En declaraciones a Financial Times,
