La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, ha reconocido que algunos programas de armamento tienen dependencia tecnológica de algunas empresas israelíes y ha anunciado que el Gobierno ya trabaja en “planes de desconexión” para no depender de Israel “de ninguna de las maneras”.
Valcarce ha hecho estas manifestaciones este viernes durante su intervención en el Foro de la Nueva Defensa y del Espacio, en la que ha repasado el Plan de Seguridad y Defensa, que supone una inversión adicional de 10.471 millones de euros con el objetivo de llegar al 2 % del PIB en defensa este año.
Preguntada sobre la viabilidad de que salga adelante la ley que permitirá el embargo de armas a Israel, una iniciativa impulsada por la sociedad civil y presentada por Sumar y Podemos, que se encuentra en tramitación parlamentaria, y cómo podría afectar a algunos programas que están en marcha, Valcarce ha asegurado que se trata de una norma “muy necesaria”. Y a renglón seguido ha subrayado que España no tiene “absolutamente” ningún proyecto de compraventa de armamento con Israel. “Esto tiene que quedar absolutamente claro”, ha resaltado.
El Gobierno trabaja para tener autonomía en materia tecnológica
Si bien, ha reconocido que “algunos programas tienen dependencias tecnológicas de alguna empresa de Israel” y “ya estamos trazando los planes de desconexión que lo único que buscan es autonomía, que no dependamos para ello de Israel, de ninguna de las maneras”, ha dicho. “En relaciones tecnológicas cada vez tenemos que llegar a objetivo cero y ese objetivo cero solo se consigue con el plan que estamos implementando de desconexión”, ha recalcado.
Por lo tanto, mayor autonomía tecnológica en España, en Europa y en socios de la OTAN, pero sobre todo la apuesta es que esa desconexión permita un desarrollo tecnológico propio en España y en Europa, ha añadido.
Defensa insiste en que no se va a comprometer el gasto social “de ninguna de las maneras”
Durante su intervención, ha incidido en la importancia del plan de seguridad y defensa para la industria, la innovación y la creación de empleo -más de 90.000 entre directos e indirectos-, pero sobre todo busca la cohesión social y territorial. De cada 10 euros del plan, 8 se van a quedar en España y 1 en Europa, ha indicado Valcarce, quien ha puesto el acento en que “de ninguna de las maneras” va a comprometer el gasto social.
“Es un plan inteligente de inversiones que tiene que movilizar los recursos disponibles”, ha apuntado la secretaria de Estado, que ha considerado que la sociedad debe ser consciente de la importancia de invertir en defensa, “pero la industria tiene que devolver el esfuerzo que se está haciendo”.
