Bitcoin (BTC), la primera moneda digital por capitalización de mercado, atraviesa un momento crítico. La demanda del activo digital se desplomó a su nivel más bajo en lo que va de 2025, según revelan datos recientes.
Mientras los inversionistas parecen dar un paso atrás, otros activos tradicionales, como el oro, emergen como protagonistas en un escenario marcado por la incertidumbre política y económica global.
Un análisis de CryptoQuant, presentado por el analista conocido como Darkfost, pone el foco en esta tendencia.
El siguiente gráfico compara el nuevo suministro de bitcoin con el que ha permanecido inactivo por más de un año, ofreciendo una ventana a la dinámica de demanda actual.
Cuando esta relación cae por debajo de 0, la demanda entra en terreno negativo, lo que indica que los inversionistas adquieren menos bitcoin de manera activa.
Según el analista, esta debilidad se viene gestando desde diciembre de 2024 y no muestra señales de detenerse.
El cambio en el comportamiento de los inversionistas apunta a una mayor cautela. Factores como la incertidumbre política y económica han erosionado el apetito por activos percibidos como riesgosos, empujando a muchos a buscar refugio en opciones más estables.
Incertidumbre política y económica en el centro del escenario
El panorama global ofrece pistas sobre las causas de esta caída. Tras asumir la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump implementó aranceles que han agitado los mercados: 25% a importaciones de México y Canadá, y 20% a productos chinos, con la posibilidad de extender la medida a la Unión Europea, como lo reportó CriptoNoticias.
Aunque negociaciones con México y Canadá pospusieron algunos efectos, el pasado 11 de marzo el mandatario sumó un 25% adicional a las tarifas sobre acero y aluminio canadiense.
Estas decisiones han avivado temores de inflación y recesión, especialmente en Estados Unidos, afectando la confianza en activos volátiles como bitcoin.
Mientras tanto, los mercados tradicionales han reaccionado con fuerza. El oro, un refugio histórico en tiempos de crisis, alcanzó un récord de 3.000 dólares por onza. En el siguiente gráfico se puede apreciar como la victoria de Trump impulso al metal precioso.
En apenas 13 meses, su capitalización de mercado creció en más de 7 billones de dólares, situándose en 20 billones, superando con creces la suma de los principales 100 activos en el ranking global, que juntos alcanzan 2,7 billones.
Bitcoin resiste con una dominancia en ascenso
A pesar del desplome en su demanda y el incremento de la cotización del oro, bitcoin no pierde terreno en el mundo de los activos digitales.
Su dominancia, que mide el porcentaje de la capitalización total del mercado de activos digitales, escaló al 62% el 11 de marzo, un nivel visto por última vez en 2021.
Este repunte, desde un mínimo de 54% en diciembre de 2024, refleja que los inversionistas concentran sus recursos en BTC, dejando de lado a las altcoins.
De esta manera, bitcoin se perfila como un activo de refugio en tiempos turbulentos, la narrativa de BTC como “oro digital” gana fuerza, ya que podría desvincularse de la correlación con acciones y otras criptomonedas, alineándose más con el comportamiento del metal precioso durante crisis.
Un giro impulsado desde la Casa Blanca
Este cambio de percepción no surge solo del mercado. Trump ordenó la creación de una reserva nacional de bitcoin, utilizando los activos confiscados por el gobierno en operaciones contra actividades ilícitas.
En su anuncio, el presidente lo calificó como “oro digital”, destacando su escasez y su minería descentralizada.
Con un suministro limitado a 21 millones de unidades, resistencia a la censura y protección contra confiscaciones, bitcoin ofrece atributos que lo posicionan como una reserva de valor atractiva a largo plazo.
Además, su diseño permite discreción a quienes toman medidas para proteger su privacidad, un factor que suma atractivo en contextos donde los gobiernos han recurrido a fondos ciudadanos para enfrentar déficits.
¿Hacia un nuevo equilibrio en los mercados?
El desplome en la demanda de bitcoin abre interrogantes sobre el futuro de la moneda digital en un mundo en constante cambio.
Mientras el oro se consolida como el activo dominante y los inversionistas ajustan sus estrategias ante la incertidumbre, BTC mantiene su relevancia en el mundo de los activos digitales.
La apuesta de Trump por integrarlo a las reservas nacionales podría ser el primer paso hacia una redefinición de su rol: de activo especulativo a pilar de estabilidad. Por ahora, el mercado observa, expectante, cómo se reacomodan las piezas en este tablero financiero global.
