Donald Trump podría convertir a la minería de Bitcoin en EE. UU. en un sálvese quien pueda 

  • Mineros estadounidenses emplean hardware proveniente de empresas chinas, como Bitmain o MicroBT.

  • El CEO de CleanSpark expresó que su compañía “está preparada” para tolerar los aumentos por tarifas.

Zach Bradford, CEO de CleanSpark (CLSK), una de las empresas públicas de minería de Bitcoin (BTC) más grande en capitalización de Estados Unidos (y del mundo), ha salido al paso de las recientes tarifas anunciadas por el gobierno de Donald Trump con un mensaje de confianza.  

Bradford afirmó que, aunque estas imposiciones arancelarias podrían incrementar los costos en la industria, su compañía está preparada para enfrentar ese desafío, principalmente debido a que «nuestras operaciones de primera clase posicionan a CleanSpark por encima de la competencia». 

“La mayoría de nuestros mineros y la infraestructura necesaria para cumplir con nuestros objetivos a corto plazo ya están en territorio estadounidense”. 

Zach Bradford, CEO de CleanSpark 

Sin embargo, este panorama no es igual para todos. Los mineros de Bitcoin en EE. UU., que dependen en gran medida de equipos ASIC fabricados por empresas chinas como Bitmain o MicroBT, enfrentan ahora un encarecimiento de estos dispositivos clave debido a los aranceles impuestos a esos productos, lo que podría alterar el equilibrio de una industria ya marcada por la alta competencia. 

La estrategia de CleanSpark para capear el temporal 

La fortaleza de CleanSpark, como lo ha reportado CriptoNoticias previamente, radica en reducir su costo de producción por BTC a aproximadamente 36.000 dólares, un margen que le otorga flexibilidad frente a eventualidades como el aumento de los costos por aranceles. Esta compañía ha apostado por una estrategia de endeudamiento estratégico para la optimización de su infraestructura minera y así abaratar el costo de producción de bitcoin

Centro de minería de bitcoin de la empresa CleanSpark, ubicado en la ciudad de Jakson, Tennessee.
Centro minero de CleanSpark en Jackson, ciudad del Estado de Tennessee, EE. UU. Fuente: CleanSpark.

A través de la adquisición de instalaciones y la mejora constante de sus operaciones, la compañía ha conseguido maximizar su hashrate (el poder computacional dedicado a la red Bitcoin) mientras mantiene los gastos bajo control. Este enfoque, que Bradford enaltece en su declaración, parece ser el escudo con el que CleanSpark planea protegerse de las turbulencias que los aranceles podrían traer al sector. 

Un riesgo latente para la descentralización 

No obstante, las palabras de Bradford también encienden una alerta sobre el futuro de la minería de Bitcoin en EE. UU. “Estas tarifas pueden ralentizar a competidores que carecen de nuestra escala y resiliencia”, afirmó el CEO, dejando entrever un escenario donde solo las empresas más grandes y robustas podrían sobrevivir a las nuevas condiciones del mercado.  

Si los costos de los ASIC se disparan y las compañías con menor capacidad financiera o infraestructura no logran adaptarse, el riesgo de una mayor centralización en la minería de bitcoin se vuelve tangible. ¿Qué pasará con las empresas de menor calibre? ¿Desaparecerán del mapa? ¿Y qué ocurrirá con los mineros solitarios o aquellos que operan con mini ASIC?  

El panorama se complica aún más si se considera que algunas empresas mineras ya están buscando alternativas y no producto de los aranceles, sino de las complejidades propias red Bitcoin.  

Por ejemplo, compañías como Bitfarms (BITF), Core Scientific (CORZ), Hut 8 (HUT) y Riot Platforms (RIOT) han anunciado planes para diversificar sus operaciones, destinando parte de sus recursos a industrias como la inteligencia artificial (IA) y la computación de alto rendimiento (HPC).  

Esta movida responde a un momento de baja rentabilidad en la minería de bitcoin, debido al aumento de los costos de producción, impulsado a su vez por factores de la red como el aumento del hashrate, la suba automática de la dificultad y la caída del hashprice (el ingreso por unidad de hash). Estos elementos han elevado la competencia, exigiendo a los mineros un mayor despliegue de recursos para mantenerse a flote, un lujo que no todos pueden permitirse. 

Un futuro incierto bajo la lupa 

El impacto real de las tarifas de Trump sobre la minería de Bitcoin en EE. UU. aún está por definirse. Será necesario observar cómo evoluciona el mercado en los próximos meses para medir con precisión sus consecuencias.  

Por ahora, el optimismo de CleanSpark contrasta con las incógnitas que enfrentan otros actores del sector. Si por culpa de aquellos aranceles, las empresas más pequeñas sucumben y los mineros individuales pierden terreno, la descentralización, uno de los pilares fundacionales de Bitcoin, podría verse amenazada en el país que hoy concentra cerca del 40% del hashrate global.  

Los riesgos, de momento, parecen estar a la vuelta de la esquina, y con ellos, un sinfín de interrogantes sobre el rumbo de esta industria en constante transformación. 

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