
La economía de Estados Unidos creó 177.000 empleos en abril. Este número supone una caída respecto a las cifras de marzo, revisadas también a la baja, de 228.000 a 185.000. Pero es un resultado bastante mejor de las 133.000 nuevas ocupaciones pronosticadas una vez anunciadas los aranceles globales por la administración Trump.
A pesar de batir las expectativas, la ralentización constatada es una demostración de la incertidumbre generada por esos gravámenes fijados el pasado 2 de abril y pausados durante tres meses siete días después. Esto mantiene a empresarios y ciudadanos en vilo porque siguen vigentes los aranceles del 145% con China, replicados con un 125% en Pekín a las importaciones de EE.UU. Se ha de constatar que el recuento de empleos se cierra a mediados de mes, por lo que todavía está ausente todo el caos generado por la decisión del presidente Donald Trump.
El índice de desempleo se quedó igual, en el 4.2%. Este resultado se difunde después de que previamente esta semana se conociera que el Producto Interior Bruto (PIB) del primer trimestre del año en EE.UU. se contrajo un 0,3%. Venía de una expansión notable del 2,4% en el último tercio del 2024, todavía bajo el gobierno de Joe Biden.
Esto no impide que Trump, que festejó sus 100 en la Casa Blanca con el mejor balance en la historia del país, acuse contradictoriamente a su predecesor de tener la culpa de todo, perdonándose por el desasosiego producido por sus aranceles, los más importantes desde la década de 1930.
Al estar por encima de las expectativas y olvidándose el retroceso, el presidente de inmediato lanzó un mensaje en su red social para recalcar el resultado. “Solo estamos en un escenario de transición, nada más empezar”, remarcó para tratar de conjurar las críticas a sus aranceles.
Y aprovechó de nuevo para reclamar que la Reserva Federal (Fed) rebaje los tipos de interés, una cruzada en la que no se detiene, aunque últimamente ha aparcado su amenaza a forzar la dimisión de Jerome Powell. El presidente de la Fed y sus colegas se resisten a abaratar el coste del dinero ante la inquietud creada por los gravámenes.
Los analistas consideraron que, pese a la caída respecto al mes previo, el mercado laboral estadounidense sigue mostrando buenas condiciones. Estas ganancias en empleo significan 52 meses consecutivos de crecimiento, si bien los expertos matizaron que el impacto de los gravámenes se apreciaran con toda su fuerza en las próximas semanas y meses.
Sin embargo, este impacto inicial reverbera a través de los mercados financieros, los patrones globales en el transporte de mercancías y en la planificación de las empresas. La confianza de los consumidores se ha desplomado en este último periodo. Importantes puertos del país están certificando un declive en el volumen de movimientos y los especialistas en perspectivas de los principales bancos no cesan en sus avisos de que se otea una inflación y una subida de la inflación.
Entre otras noticias positivas de este informe destaca que la participación en la fuerza laboral creció al 62,6%, rompiendo una racha de debilidad que empezó el pasado julio. Además, la media de los salarios por hora se situó en abril por encima de la media del 3,8% logrado a lo largo del 2024, un ritmo sólido que supera la inflación desde hace unos cuantos meses.
Pero las horas trabajadas por día continúa estando en un rango por debajo de la media, en una señal de la reducción de la actividad en las compañías.