El alcalde de Nagasaki advierte de una guerra nuclear 80 años después de la bomba atómica

Miles de personas se reunieron el sábado en Nagasaki para conmemorar los ochenta años del aniversario del bombardeo atómico de la ciudad, mientras el alcalde advertía que los actuales conflictos globales podrían llevar al mundo de nuevo a una guerra nuclear.

La ciudad, situada al oeste de Japón, fue arrasada el 9 de agosto de 1945, cuando Estados Unidos lanzó una bomba de plutonio-239 de 4.500 kilos, apodada “Fat Man”, que mató instantáneamente a unos 27.000 de los aproximadamente 200.000 habitantes de la ciudad. A finales de 1945, la cifra de muertos por exposición aguda a la radiación ascendía a unos 70.000.

Esta es una crisis de supervivencia humana que se cierne sobre todos y cada uno de nosotros”

Shiro SuzukiAlcalde de Nagasaki

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Un niño camina hacia una enorme imagen de Hiroshima devastada por el primer bombardeo atómico del mundo en el Museo Memorial de la Paz de Hiroshima.

FRANCK ROBICHON / EFE

La destrucción de Nagasaki se produjo tres días después de que una bomba estadounidense de uranio-235 destruyera Hiroshima. Japón se rindió el 15 de agosto, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.

Tras un momento de silencio a las 11:02 a. m., en conmemoración de la explosión, el alcalde Shiro Suzuki instó a los líderes a retomar los principios de la Carta de las Naciones Unidas y mostrar un camino concreto hacia la abolición de las armas nucleares, advirtiendo que cualquier demora “ya no era permisible”.

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El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, llega a la ceremonia de conmemoración en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima el 6 de agosto de 2025 en Hiroshima. 

Buddhika Weerasinghe / Getty

“Esta es una crisis de supervivencia humana que se cierne sobre todos y cada uno de nosotros”, declaró Suzuki a la multitud, estimada en 2700 personas por los medios japoneses. 

El alcalde quiso también citar el testimonio de un superviviente para ilustrar la realidad de lo que es un ataque nuclear: “A mi alrededor había gente con los ojos desorbitados… Los cuerpos estaban esparcidos como piedras”.

”¿No será esta perspectiva de ‘ciudadano global’ la que servirá como motor para reconstruir nuestro mundo fragmentado?”, preguntó Suzuki, pidiendo una solución basada en el entendimiento mutuo y la solidaridad.

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