El triduo dedicado a San Juan Bautista de la Concepción y a conmemorar los 50 años de vida del antiguo convento trinitario como parroquia, finalizaron con el día dedicado a las hermandades de la Virgen de las Angustias y a la del Santo Sepulcro y Soledad de la Virgen.
Así lo señaló al inicio de la misa la presidenta de la Virgen de las Angustias, recordando María Dolores Alhambra que esas dos hermandades tienen sus sedes en dos templos históricos ubicados en la demarcación parroquial, como son las ermitas del Calvario y de Santa Quiteria.
Ofició la misa el párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey, que en la homilía destacó la luminosidad del templo y lo bonito que había quedado tras la restauración, que había coincidido con el aniversario de su puesta en marcha como parroquia, señalando que debe ser un ejemplo para los cristianos que deben renovar su fe y su vida.
Posteriormente se centró en las lecturas de la misa, que destacaban la humildad, recordando que la misma fue algo que siempre tuvo presente San Juan Bautista de la Concepción, leyendo algunas de esas frases que puso como ejemplo de lo que fue su vida.
En el momento del ofertorio fueron presentados al celebrante dos camándulas de las que portan los hermanos de las dos cofradías ubicadas en los barrios a los que se dedicaba este día del triduo. Al igual que los días precedentes la celebración concluyó con el Himno a San Juan Bautista de la Concepción.