El Cercle urge a reformar la financiación autonómica y la solidaridad de Madrid

El Cercle d’Economia considera que la actual situación política brinda una gran oportunidad para, al fin, reformar el sistema de financiación autonómica. Una ventana abierta por el acuerdo de investidura entre el PSC y ERC en agosto pasado que, de materializarse, puede beneficiar “tanto a Catalunya como a España”, ha defendido este jueves el presidente de la institución, Jaume Guardiola, durante la presentación de una nota de opinión al respecto.

“Ni se puede retrasar ni se puede desaprovechar la oportunidad” para conseguir un nuevo modelo más “transparente, eficaz y justo”, sostiene el documento. Lograrlo –ha continuado Guardiola- tendrá efectos políticos, sociales y económicos profundos. Es la manera, sostiene la nota, de resolver “los desequilibrios territoriales que han condicionado y condicionan la gobernabilidad española”. Las expectativas generadas por el acuerdo entre socialistas y republicanos son tan altas, aseguran, que si éste acaba en nada se corre el riesgo de encender de nuevo la desafección en Catalunya.

El director general del Cercle, Miquel Nadal, ha insistido pues que estamos “ante el momento idóneo” para abordar con celeridad este asunto y ha pedido ligar la condonación de la deuda propuesta por el ministerio de Hacienda con una revisión a fondo del sistema para dejar claro que la quita es una “medida excepcional”.

Agencia tributaria catalana de corte “federal” y con presencia de la administración central

Este proceso de reforma, tal como se ha planteado –ha continuado Nadal-, no solo busca una actualización técnica, sino también la creación de un sistema “más equitativo” para las comunidades autónomas, lo cual consideran esencial para fortalecer “el estado del bienestar y garantizar servicios públicos de calidad”.

La nota analiza el acuerdo suscrito entre el PSC y ERC y desarrolla varios de sus puntos. Para el Cercle, la reforma propuesta está centrada en tres grandes ejes. El primero, el reforzamiento de la Agencia Tributaria de Catalunya (ATC), con un sistema de corte “federal”. Este cambio implica dotar de mayores recursos a la agencia catalana, cuya capacidad de personal es actualmente inferior a la de la Agencia Tributaria del Estado. Este desafío debe afrontarse con una transición ordenada, evitando riesgos y asegurando que la gestión tributaria en Catalunya se realice con la misma eficiencia que a nivel central. Un aspecto clave para lograrlo será la coordinación entre la ATC y la Agencia Tributaria estatal, sostienen el Cercle, estableciendo mecanismos automáticos y protocolos de colaboración para evitar la discrecionalidad y garantizar el intercambio de datos. Entre otras cuestiones, el Cercle propone que miembros de la administración central formen parte de esta agencia catalana.

No es el cupo vasco

El segundo punto central de la reforma es la distribución de los recursos entre el gobierno central y las administraciones autonómicas. Se ha propuesto que la aportación catalana al sistema de financiación se establezca a través de un porcentaje de los tributos. Para ello, el Cercle aboga por realizar un cálculo preciso de los costos administrativos que asume la administración central en Catalunya y qué beneficios genera para sus ciudadanos. Un comité de expertos independiente, resalta la institución, debería encargarse de determinar esta cifra, actualizándola de manera periódica para reflejar los cambios en los costes y las necesidades del sistema.

El tercer eje de la reforma consiste en el refuerzo del mecanismo de solidaridad interterritorial. Catalunya debe continuar contribuyendo a la solidaridad con otras comunidades autónomas, afirman, pero siempre respetando el principio de ordinalidad, es decir, “sin que la comunidad más rica termine recibiendo menos que las más pobres”. “Este mecanismo de solidaridad debe ser más transparente y eficaz, garantizando que todos los territorios reciban los recursos necesarios para ofrecer servicios públicos de calidad”, ha señalado Nadal. Para el Cercle, el modelo propuesto difiere del cupo vasco, ya que busca “una mayor transparencia y refuerza la solidaridad”. 

En cuanto a la mejora del mecanismo de solidaridad, la institución presidida por Guardiola apunta como el mecanismo más sencillo la distribución los recursos de manera equitativa, a razón de la población, y a igualdad de esfuerzo fiscal, de modo que todas las comunidades reciban los mismos ingresos por habitante.

Reclaman reforzar la solidaridad de Madrid con el resto de comunidades

La nota dedica una mención especial a la Comunidad de Madrid. Una reforma de la financiación debería servir -señala- para reconocer “la responsabilidad” de la región como capital de España y los beneficios que obtiene por la concentración de actividad que el modelo actual le genera. “La Comunidad de Madrid es beneficiaria de una concentración desproporcionada de la ocupación pública estatal”, destaca el Cercle, además de disfrutar de un “sesgo” en la contratación pública a favor de empresas con sede en Madrid y la concentración de infraestructuras críticas. Si estos elementos se distribuyesen de forma más equitativa entre todo el Estado, “la cohesión territorial, económica y social de España saldría reforzada”. Mientras esto no ocurra, abundan, la solidaridad de la comunidad de Madrid con el resto de territorios “se ha de reforzar”.

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