La Solana: Huertas, Juli, Fran, Araque, Almarcha, Jose López, Javi Núñez, José Carlos, Capelo, Imad y José Pedro.
En la segunda parte salieron Cíber, Pitu, Juande y Kikillo.
Casasimarro: Carlos, Cheju, Dani, Diego, Chavo, Pepe, Chico, Raúl, Panta, Fran y David. En la reanudación salieron Pedro, Boti y Bernal.
Árbitro: Bernabé Martínez. Pasó completamente desapercibido. Amonestó al visitante Chavo.
Goles: 1-0 m.8 José Carlos.
2-0 m.16 Fran
3-0 m.53 Jose López
4-0 m.57 Fran
5-0 m.68 Capelo
6-0 m.73 Almarcha
Incidencias: Tarde fría y plomiza en La Moheda. Floja entrada. Césped natural bastante pesado.
Comentario: La Solana comienza a creérselo. La tropa de Ángel Izquierdo acumula ya seis partidos sin conocer la derrota y desprende un buen tufillo sobre el césped. Eso sí, partidos como el de ayer no pueden, ni deben, servir como termómetro de nada. La Solana liquidó al Casasimarro como el que el lobo que machaca a la oveja. Fue un duelo sin historia que se acabó a los 8 minutos, cuando José Carlos culminó un buen centro de Capelo. El segundo de Fran, también a pase de Capelo, acabó con cualquier tipo de emoción y convirtió la tarde en un paseo a caballo entre la hierba y el barro.
El Casasimarro fue un rival cándido, incapaz de tener un mal modo y cuya nobleza reñía con su enorme flojedad como equipo de fútbol. Sólo inquietó dos veces, y las dos con el 0-0 todavía. Pero David no supo aprovechar un claro cabezazo ante Huertas y un mano a mano con el meta solanero, que anduvo raudo al corte.
El técnico amarillo ejemplificó su confianza en la victoria a priori con una defensa de tres y la titularidad de Imad como volante junto a Capelo. Arriba, la ausencia de Rafa Cortés por sanción no se notó en modo alguno por razones obvias. De hecho, Ángel Izquierdo estaba más pendiente de que dos de sus puntales: Jose López y Araque, metieran la pierna sólo lo justo para no ver la quinta amarilla. A poco de arrancar la segunda parte, fueron los dos primeros sustituidos.
En realidad, la crónica de un 6-0 como el de ayer en La Moheda ofrece poca historia más. Acaso la certeza de que La Solana se mete de lleno en la pomada tras algunos resultados ciertamente inesperados. Sin embargo, el entrenador amarillo apela más que nunca a la cautela “sólo pensamos en el próximo partido y en mejorar cada día; nuestro objetivo este año no es el ascenso”. Pero La Moheda siempre quiere más y soñar no rasca el bolsillo.