El dilema de PP y Vox con los presupuestos: el complicado acuerdo en pleno ciclo electoral

Este domingo hay elecciones en Extremadura y PP y Vox están a la greña. En febrero, las habrá en Aragón y, antes de verano, en Castilla-La Mancha y Andalucía irán a las urnas. Un nuevo ciclo electoral donde las dos fuerzas del bloque de la derecha pelearán por cada una de las papeletas del votante conservador. En este clima de tensión parece complicado que las dos formaciones puedan llegar a un acuerdo de tal envergadura como la aprobación de unos presupuestos regionales; aunque no es menos cierto que, en la Comunidad Valenciana, Vox validó el recambio en la Presidencia de la Generalitat tras la salida de Carlos Mazón.

A esta tensión electoral se refería esta semana el portavoz del Consell, Miguel Barrachina, cuando en Les Notícies del Matí de À Punt apuntaba que “el objetivo de Pérez Llorca es tener unos presupuestos y cuando haya un clima no electoral se dispondrá a ello”. Unos cálculos que sitúan la posible aprobación de las cuentas después de los comicios andaluces, cuando PP y Vox ya se hayan dicho de todo y hayan dirimido sus desavenencias en posibles pactos de investidura. Tras las cuatro elecciones, el panorama estará más claro.

La posible aprobación se sitúa después de las elecciones andaluzas

Sin embargo, este escenario tiene otra particularidad. Después de los comicios en Andalucía quedará menos de un año para las elecciones a la Generalitat y seguro que, por entonces, PP y Vox no tienen tanto interés en mostrar la sintonía de ahora. En las filas populares dan por hecho que, a medida que se acerquen la convocatoria en la Comunidad Valenciana, sus socios querrán distanciarse para llegar a los comicios como clara alternativa al PP.

Otras prioridades

En su comparecencia en el pleno de las Corts para explicar las líneas estratégicas de la Conselleria tras la remodelación del Gobierno valenciano, el nuevo conseller de Economía, Hacienda y Administración Pública, José Antonio Rovira, puso como principales prioridades “conseguir un nuevo modelo de financiación y seguir bajando impuestos a los valencianos”. No fue hasta después cuando el conseller, encargado de presentar las cuentas, mencionó que “otra de las prioridades de este Consell, es la presentación y aprobación de los Presupuestos para 2026”.

En sede parlamentaria y tras afear al Gobierno central que no presente los Presupuestos Generales del Estado, Rovira asumió que su responsabilidad “es trabajar para que el próximo año 2026, tengamos también unos presupuestos aprobados, en el que volveremos a incluir inversiones con prioridad dana”.

En las Corts, Rovira ya hizo un llamamiento a Vox: “Sería una excelente noticia seguir contando con su apoyo”

En este sentido, trasladó que “sería una excelente noticia seguir contando con el apoyo del grupo parlamentario Vox” y, siguiendo la doctrina del nuevo president, abrió la puerta a Compromís y PSPV. Un escenario descartado por la izquierda valenciana.

Con todo, con unos presupuestos prorrogados que fueron aprobados el 30 de mayo de este mismo año y en un clima nacional poco proclive a acuerdos, no parece que los populares tengan ahora la prioridad de aprobar las cuentas de 2026. Y no por no tenerlos preparados. Si se atiende a las respuestas que se dieron en la rueda de prensa del pleno del Consell de la última semana de octubre, se podrían haber presentado esa misma semana. Los contactos con Vox ya llevaban semanas produciéndose para encarar una posible negociación. De hecho, la idea del Consell anterior era pasar el complicado mes de octubre -con el aniversario de la dana y las comparecencias de Mazón tanto en las comisiones de las Corts como en el Congreso de los Diputados- para luego recuperar el aliento con la aprobación de las cuentas. Una circunstancia que no se cumplió, pues el entonces president renunció al cargo a los pocos días del funeral de Estado.

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El portavoz de Vox en las Corts, José María Llanos, en el debate de este miércoles.

Ahora el escenario ha cambiado y tampoco está claro qué quiere hacer Vox. Para la derecha extrema, el escenario de una negociación presupuestaria parece el ideal para empezar a concretar con partidas y números los compromisos que el nuevo president adquirió con la formación de Santiago Abascal en su discurso de investidura. 

Sin embargo, desde el grupo parlamentario que lidera José María Llanos no dan muestras de que querer apretar al PP en esta cuestión. Y es que tal vez para los ultras un nuevo acercamiento a los populares no parece lo más coherente después de haber forzado elecciones en Extremadura y Aragón, precisamente por no haber logrado cerrar un acuerdo con el PP para aprobar unos presupuestos.

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