El Estado italiano ha tomado el control de Telecom Italia (TIM) tras un movimiento en cadena que ha convertido a Poste Italiane, compañía pública postal, en el primer accionista de la principal empresa de telecomunicaciones del país transalpino con el 24,81% de los títulos. El movimiento llega después de una desinversión de Vivendi. El grupo francés era el principal inversor. El Gobierno de Giorgia Meloni se asegurado así las riendas de una compañía estratégica.
La operación tiene algunos paralelismos con la ejecutada por el Estado español en Telefónica. En el sentido, principalmente, de que un gobierno invierte a través de una sociedad pública –la Sepi en el caso nacional y Poste Italiane en el transalpino- para convertirse en el primer accionista de la teleco del país. Sí es cierto que en el caso de Telefónica el movimiento se ejecutó como reacción a la irrupción de los saudíes de STC; en Italia, en cambio, se ha producido tras una desinversión de Vivendi.
La operación sobre Telecom Italia fue valorada en 684 millones de euros. El precio por acción fue de 0,2975 euros por acción y se materializó tras recibir su aprobación por parte del consejo de administración de Poste Italiane.

Poste Italiane ya poseía el 9,81% de Telecom Italia y ahora amplía otro 15% más para convertirse en el accionista de referencia. Los primeros títulos fueron adquiridos en febrero, de forma que la toma de control de la teleco se ha producido en cuestión nde semanas.
La gala Vivendi reduce su participación en Telecom Italia al 2,51%.
La francesa Vivendi reduce su participación en Telecom Italia al 2,51%
La operación italiana también cuenta con otra similitud con la que se efectuó en España sobre Telefónica. Telecom Italia es una compañía estratégica y comenzaba a ser una opción atractiva para operadores extranjeros y grandes fondos de capital, habían advertido los analistas.
Poste Italiane aseguró que su papel en la teleco nacional es el de ser un accionista industrial a largo plazo, “promover la consolidación del mercado de las telecomunicaciones en Italia” y potenciar una creación de sinergias entre ambas empresas en ámbitos como telefonía, contenidos multimedia o servicios financieros, de seguros o energía. La compañía también remarcó que no pretende superar el límite del 25%, umbral que le forzaría a presentar una oferta pública de adquisición (opa).
La operación queda pendiente de la aprobación final por parte de la Autoridad Antimonipolio (AGCM) de Italia, el homólogo a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) española.