
En la muy estacional economía española, enero y agosto son los meses horribilis para el mercado laboral, aquellos en que se registran las mayores pérdidas de empleo. Y este agosto, a pesar de llegar en un año muy positivo para el empleo, también ha pasado factura. El mes termina con 199.300 afiliados menos, lo que supone la mayor caída en el mes de agosto en seis años, desde el 2019.
De esta manera, el número total de afiliados queda en 21.666.000, lejos del máximo histórico alcanzado en julio, y que supone el primer retroceso después de seis meses consecutivos de aumento. La caída del empleo es generalizada, y tiene lugar en prácticamente todos los sectores, pero el que se lleva la palma es la educación, que pierde 75.869 afiliados, lo que supone casi un 40% del total de pérdida de empleos. Aquí se pagan, como siempre, los despidos de los profesores durante el verano que posteriormente, en septiembre y octubre, volverán a ser contratados. Y con una pérdida de empleo superior a la registrada en el mismo mes del año pasado.
En la educación, los despidos se concentran en los contratos fijos discontinuos, seguidos a distancia por los interinos, y donde más se producen es en academias, centros deportivos y actividades extraescolares. Si se examina un periodo más amplio, de abril a agosto de este año, meses que representan el nivel máximo y mínimo de empleo en la educación, el 55% de los despedidos son fijos discontinuos y el 23% son interinos. Si se analiza por centros, en estos cuatro meses se perdieron 149.000 empleos en la categoría de otros centros educativos (academias, centros deportivos,…), 74.000 en los centros públicos y 25.000 en los privados.
A la educación la siguen a distancia, las actividades administrativas, con 19.000 afiliaciones menos; la industria y las actividades de ocio y la construcción con aproximadamente 16.000 afiliaciones menos cada una; y el comercio y las actividades profesionales, con una disminución en el entorno de los 14.000 empleos menos cada sector.
“Agosto es agosto, con o sin reforma laboral”, ha reconocido el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, insistiendo en que “este agosto es normal, casi miméticamente soldado al del año anterior”. Si en este mas, hay un gran parón y las actividades se dejan de realizar, el efecto estacional es inevitable.
Para matizar el dato de la pérdida de 199.000 afiliados medios, desde la Seguridad Social insisten en observar también el dato desestacionalizado, es decir, corrigiendo el efecto calendario, en el que aparece un aumento este mes de casi 30.000 afiliados. “El resultado tiene muchas más luces que sombras”, afirma el secretario de Estado de la Seguridad Social, Borja Suárez, que señala que la caída de afiliados en porcentaje es un 0,9%, la misma que en el agosto de los últimos tres años. Si la cifra total aumenta es porque también ha aumentado el número de afiliados.
Por lo que respecta al desempleo, agosto cierra con 21.905 parados más, una cifra similar a la del año pasado, lo que lleva el total a 2.426.511. Supone su nivel más bajo en este mes desde el 2007. En los últimos 25 años siempre ha aumentado en agosto, con la excepción del 2021, por efectos de la pandemia.
El incremento del desempleo se produce en prácticamente todos los sectores, especialmente en servicios, con 21.682 parados más, seguido a distancia por industria y construcción. En cambio en el sector agrario hay una ligera disminución.
Por comunidades autónomas, Catalunya es donde se registra un mayor aumento de parados, con 7.900 más, seguido por Madrid y País Vasco, que incrementan algo más de 4.000 parados cada una.
En agosto, el número total de contratos registrados fue de 1.040.000, de los cuales 385.000, el 37%, tuvieron carácter indefinido. De estos contratos indefinidos el 42% fueron a tiempo completo, el 24% a tiempo completo, y el restante 34% fijos discontinuos.