El FMI admite que los aranceles pueden restar hasta dos décimas en el crecimiento global

La tormenta arancelaria todavía tiene que desplegar sus efectos. Pero mientras tanto el Fondo Monetario Internacional, en su revisión de previsiones, alerta de que el auge del proteccionismo va a incidir en el crecimiento global. 

Este martes el organismo presentó su informe, justo dos días después del acuerdo comercial entre EE.UU. y la UE, que evidentemente aún no está reflejado en los datos. No obstante, la institución con sede en Washington va apuntando algunas amenazas. 

Los aranceles representan el mayor riesgo a una economía que todavía tiene que cuantificar sus efectos

“Un repunte en las tasas arancelarias efectivas podría llevar a un menor crecimiento. La elevada incertidumbre podría empezar a afectar más fuertemente a la actividad, especialmente a medida que venzan los plazos para tarifas adicionales sin avances en acuerdos sustanciales y permanentes”, dice el estudio. Y es dónde estamos ahora. 

“El precario equilibrio de las posturas en política comercial asumido en el escenario base podría verse perturbado. El nuevo equilibrio podría ser uno con tasas arancelarias similares a las actuales, o bien podría ser uno en el que las tasas sean mucho más altas, las negociaciones se rompan y se reinicie una escalada de medidas proteccionistas”. 

Y añade: “restablecer las tasas arancelarias a los niveles del 2 de abril o superiores (como se menciona en las cartas de la administración estadounidense a sus socios comerciales) el 1 de agosto e implementar aranceles de hasta el 50 por ciento sobre el cobre, tal como se han anunciado actualmente, frenaría el crecimiento global”. 

Pues bien, si es cierto que de momento EE.UU. ha cerrado acuerdos con un puñado de países con unas tarifas inferiores a las anunciadas el 2 de abril y las cartas del 14 de julio, es evidente, que, a espera de cuantificar los detalles de los pactos y qué sectores estarán golpeados algún efecto habrá. En lo que se refiere al acero y al aluminio, además, la tarifa del 50% aplicada por Washington se ha convertido en la nueva normalidad. También, en lo que se refiere a Europa, en la práctica el acuerdo consagra las tarifas provisionales que ya estaban en vigor y que por lo tanto ya formaban parte de los cálculos del FMI. Una cosa parece cierta: proteccionismo y crecimiento no van de la mano, por lo menos cuando se trata de datos agregados. 

“A modo de ilustración, las simulaciones realizadas por el equipo sugieren que el crecimiento global en 2025 sería aproximadamente 0,2 puntos porcentuales menor si se implementara el máximo entre las tasas arancelarias del 2 de abril y las tasas indicadas en las cartas enviadas hasta el 14 de julio. La imposición de aranceles sectoriales adicionales en áreas como la electrónica y la farmacéutica podría aumentar las tasas arancelarias efectivas y generar cuellos de botella que amplifiquen el efecto directo de los aranceles más altos”, calcula el FMI. 

El efecto de adelantar exportaciones

El FMI de entrada ofrece mejores pronósticos de lo esperado, pero sin tener en cuenta el efecto directo de las tarifas. “Se proyecta un crecimiento global del 3,0 por ciento para 2025 y del 3,1 por ciento para 2026. La previsión para 2025 es 0,2 puntos porcentuales superior a la del pronóstico de referencia del Informe sobre Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) de abril de 2025, y 0,1 puntos porcentuales superior para 2026”, dice el Fondo. Que lo atribuye a una distorsión de los intercambios: “refleja una anticipación más fuerte de lo esperado de las subidas de aranceles; tasas arancelarias efectivas promedio en EE. UU. más bajas de lo anunciado en abril; una mejora en las condiciones financieras, incluyendo un dólar estadounidense más débil; y una expansión fiscal en algunas jurisdicciones importantes”. Es decir, que muchas empresas aceleraron sus ventas a EE.UU. para evitar la entrada en vigor de cargas arancelarias, lo que incide de manera positiva en el crecimiento. Pero el balance se hará a finales de año. 

Por otra parte, en lo que se refiere a España, el organismo mantiene sus anteriores previsiones, al apuntar un crecimiento del 2,5% para este año -una décima menos de lo que estima el Gobierno- y del 1,8% para el 2026. Siguen siendo los mejores datos entre las grandes economías desarrolladas. 

Desde el Gobierno, hacen la siguiente valoración: “El FMI mantiene su previsión de crecimiento para España en un 2,5% en 2025, a pesar del complejo contexto internacional marcado por las persistentes tensiones geopolíticas. España liderará por segundo año consecutivo entre las grandes economías avanzadas. En 2024 fue la única economía avanzada que superó el 3% de crecimiento. En 2025, España crecería más del doble que la media de la zona euro, consolidando su posición como motor económico entre las principales economías del área. Las previsiones del FMI coinciden con las de otros organismos internacionales y bancos de inversión, como Goldman Sachs o Citigroup”.

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