El Gobierno propone Móra la Nova para ubicar una de las cuatro gigafactorías europeas de IA

“En Móra la Nova no nos lo podemos creer. Es como si nos hubiera tocado la lotería. ¡Habíamos pedido un centro de datos, no una gigafactoría europea de Inteligencia Artificial!”, exclama Jesús Álvarez, el alcalde de este municipio de la comarca de la Ribera d’Ebre (Tarragona).

El Gobierno ha seleccionado Móra la Nova para ubicar en España una de las cuatro gigafactorías de IA que la Unión Europea quiere construir para ganar soberanía tecnológica frente a China y Estados Unidos.

Según un documento al que ha tenido acceso La Vanguardia, el macroproyecto está liderado por Telefónica y conlleva una inversión públicoprivada que puede oscilar entre los 3.000 y los 5.000 millones de euros. El 35% serán aportados por fondos públicos –principalmente programa InvestIA de la Comisión Europea, dotado con 200.000 millones de euros– y el resto serán aportados por varias empresas privadas.

En el consorcio participan empresas como Telefónica ACS, MasOrange, Nvidia, Submer, Multiverse Computing

De hecho, se ha constituido un consorcio público privado en el que de momento participan Telefónica, ACS, MasOrange, Nvidia, Submer, Multiverse Computing, así como la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), organismo público dependiente del Ministerio de Transformación Digital. Además, dicho documento asegura que se está negociando la entrada de un importante socio inversor internacional.

España ha formalizado su candidatura pero no será hasta diciembre cuando la Comisión Europea haga la primera selección de ubicaciones y elabore una propuesta definitiva de los proyectos finalistas. Está previsto que las gigafactorías empiecen operar entre 2027 y 2028. Otros países como Francia han mostrado interés en acoger un centro de estas magnitudes.

“Es una apuesta muy significativa para crear empleos de calidad y de fomentar la cohesión territorial con la máxima ambición en el ámbito tecnológico”, apunta Albert Dalmau, conseller de la Presidència. La Generalitat ha trabajado estrechamente con el Gobierno central para llevar a Catalunya esta macro inversión. “Había varios municipios sobre la mesa pero al final Móra la Nova ha sido el único que ha cumplido con todos los requisitos”, comenta Albert Tort, secretario de Telecomunicacions i Transformació Digital.

El río Ebro, clave para la refrigeración de la infraestructura, que es como un centro de datos a gran escala

Así que Móra la Nova parece el candidato ideal. De entrada, tiene terreno disponible: más de 4 hectáreas vacías ubicadas en el polígono industrial El Molló. Si el proyecto sale adelante, el Incasòl, el propietario del suelo, lo pondrá inmediatamente a disposición para empezar a construir las obras, que como máximo deberían estar listas en el 2028. En segundo lugar, Móra la Nova está conectada estratégicamente ya que tiene relativamente cerca el Barcelona Supercomputing Center (BSC), que es un polo europeo de referencia en IA y computación de altas prestaciones. Y, por último, este municipio tarraconense tiene altas capacidades energéticas, que son claves para que un centro de estas características funcione. “Una gigafactoría de IA es como un centro de datos pero a una escala mucho mayor. Consume hasta cinco veces más energía que un centro de datos tradicional por su alta densidad de cálculo y su demanda de refrigeración”, comenta Enrique Lizaso, cofundador de Multiverse Computing.

El proyecto contempla que este uso intensivo de energía se cubra con electricidad –procedente, en parte, de fuentes renovables disponibles en la zona, como la eólica y la solar– y con el agua del caudal del río Ebro, que será crucial para llevar a cabo la refrigeración de la infraestructura, las llamadas GPU o unidades de procesamiento gráfico.

“Soy consciente que el proyecto puede levantar protestas pero el río Ebro lleva años ayudando a industrializar a todo el país. Ahora que puede ayudar a industrializar la comarca, ¿porque tenemos que impedirlo?”, se pregunta el alcalde de Móra la Nova. Álvarez recuerda que la Ribera d’Ebre cada vez está más envejecida y que tiene que movilizarse ante los cierres de las nucleares de Ascó y Vandellós, previstos en 2032 y 2035. Los promotores confían en minimizar la huella medioambiental de la gigafactoría, pero todavía no han cuantificado su impacto. Una de las empresas del consorcio, la startup Submer, está especializada instalar sistemas de refrigeración en centros de datos con productos distintos al agua.

250 empleos directos y 2.500 indirectos

Todavía es pronto para concretar los puestos de trabajo que puede crear la gigafactoría de Móra la Nova pero  fuentes de la Generalitat ya han dibujado una primera estimación. “Unos 250 empleos directos y unos 2.500 empleos indirectos”, apunta el secretario de Telecomunicaciones, Albert Tort. El empleo de calidad es clave para una comarca rural envejecida pero desde las administraciones recalcan el papel geoestratégico de disponer de una infraestructura de esta magnitud en España. La gigafactoría será capaz de procesar datos para plataformas de inteligencia artificial (como ChatGPT y todos sus homólogos) y venderá sus servicios a empresas y administraciones públicas europeas que necesiten explotar esta tecnología. “Estas infraestructuras tienen como objetivo reforzar la soberanía digital, la competitividad y la seguridad económica del continente, así como impulsar soluciones tecnológicas seguras, éticas y alineadas con los valores democráticos europeos”, apunta el documento al que ha tenido acceso La Vanguardia.

También te puede interesar