Pedro Sánchez tiene como una de sus grandes prioridades políticas y diplomáticas tratar de parar la ofensiva bélica de Israel en Gaza, que ya ha provocado más de 50.000 muertos, y que la Administración de Beniamin Netanyahu levante completamente su bloqueo a la entrada de alimentos y ayuda humanitaria a la franja palestina. Por eso, después de que el presidente del Gobierno apostara la víspera por expulsar a Israel del festival de Eurovisión, en protesta por la “masacre” de palestinos, en la Moncloa ha indignado que el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, haya ironizado con que Sánchez utilice este pulso con el Estado hebreo como su “nuevo Franco”, para tratar de tapar el escándalo del caso de Ábalos y Koldo.
“Ante una masacre donde han perdido la vida más de 53.000 personas, y justo el día en que la ONU advierte que más de 14.000 niños están en riesgo de morir de hambre si en las próximas 48 horas no llega ayuda humanitaria, escuchar a Feijóo hacer chistes malos propios del club de la comedia dan muestra de su talla política y humanitaria”, ha reprochado este martes la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. “Poca broma con estas cosas”, ha reclamado.
“Este Gobierno está muy tranquilo”, ha reiterado Alegría, ante la filtración de los mensajes privados de Sánchez con el ex ministro José Luis Ábalos, que el PP está aprovechando para tratar de desestabilizar al Ejecutivo. La ministra portavoz ha replicado que desde el año 2018 están trabajando “con absoluto rigor, transparencia y de una forma ejemplar”. “No tenemos nada de qué preocuparnos”, ha insistido.
En la Moncloa aseguran que no se sienten chantajeados por la filtración de estas conversaciones privadas de Sánchez con su ex ministro y antiguo hombre fuerte del PSOE. “Es una violación clara de la intimidad del presidente del Gobierno y también del secreto de las comunicaciones”, ha advertido Alegría. Ambas cuestiones, ha recordado, están amparadas por el artículo 18 de la Constitución.
Por ahora, no obstante, el Gobierno sigue esperando que la justicia actúe ante la filtración de estos mensajes privados. “Es un delito perseguible de oficio”, ha recalcado Alegría. Y ha reiterado que, si no se abre esta investigación judicial, “tomaremos las medidas necesarias”.
