El grupo Vilalta, con sede en Vila-seca, ha cerrado un convenio con los acreedores para sacar adelante su cadena de gasolineras y venta al por mayor de carburantes. El acuerdo, homologado por la vía judicial, permite a los acreedores acogerse a distintas opciones, que contemplan desde quitas de la deuda del 50% y del 25% hasta una espera del 100% hasta el horizonte de 2028.
Este acuerdo supone un balón de oxígeno para el histórico negocio familiar, que se vio obligado a presentar concurso de acreedores con una deuda de 22 millones de euros el pasado mes de enero al fracasar el cumplimiento de un plan de reestructuración y las negociaciones para cerrar un segundo plan.
La empresa se compromete a vender solares en Cambrils valorados en más de 12 millones
Esta vez, Vilalta se ha comprometido a vender varios activos inmobiliarios para saldar las deudas. Concretamente, unos solares en Cambrils de uso residencial y comercial que acaban de ser reparcelados y que están valorados en más de 12 millones de euros. Además, la compañía alquilará dos gasolineras de uso industrial y ha acordado un alquiler a largo plazo de su hotel y restaurante en Vila-seca.
De forma paralela, la empresa quiere vender por 5 millones de euros la unidad productiva de la filial Ca n’Alzina, en Sabadell, que también está en concurso de acreedores. Esta sociedad comprende la actividad de una gasolinera, un parking de camiones, un almacén y un restaurante. Todas estas actuaciones se han llevado a cabo bajo intervención del administrador concursal Octavio Gracia, de la firma Think it Legal.
La compañía -que ha sido asesorada por el abogado Pablo Garrido de ETL Global ADD- ha ganado tiempo para retornar la deuda y ha logrado reducir el montante total. Entre los acreedores, figuran más de 150 compañías, varios bancos y Hacienda (a la que el grupo debe 6 millones de euros). Con una plantilla de 50 personas, la empresa tiene hoy un total de nueve gasolineras y prevé facturar 24 millones este año, lejos de los 100 millones de hace tres.
Las causas de la insolvencia de la compañía se encuentran en un plan fallido de inversiones, a través del cual la compañía intentó hace años diversificar hacia el negocio de placas solares, redes de cargadores del vehículo eléctrico y un centro de suministro de hidrocarburos de nitrógeno.

