Uno de los retos de las sociedades avanzadas pasa por la sostenibilidad de los recursos naturales. Con el incremento de la población, la alimentación sustentada en los avances tecnológicos se vislumbra como la solución a un problema que ya está cambiando el modo de pescar en los mares y océanos. Pensando en aportar un producto que no dañe al medio ambiente y que, además, sea de calidad, nació Sea Eight, una compañía española propiedad del fondo Atitlan que se ha fijado como propósito convertirse en la líder mundial en producción de lenguado sostenible. En sus piscinas ubicadas en distintos puntos del país pueden llegar a engordar 1.600 toneladas de peces cada año. El proyecto se encuentra en plena fase de expansión y ha conseguido atraer el interés de un sector que busca soluciones ante los retos que ya están presentes.
Sea Eight, dirigida por Jaime León, dispone de dos plantas de engorde de lenguado en Asturias, en los terrenos del puerto de El Musel, en Gijón, y en Galicia, en Cambados. En Portugal también cuenta con una planta propia. El plan de negocio de la compañía se sustenta sobre dos elementos fundamentales: en primer lugar, crecer a través de un producto de calidad y a buen precio. En segundo lugar, la apuesta por la acuicultura sostenible.
La compañía apuesta por escalar para abaratar el pescado y hacer frente al proceso inflacionista
El grupo, que cuenta con un socio financiero minoritario, el fondo portugués Crest Capital, ha dedicado varios años de esfuerzo a conseguir afinar una tecnología puntera en la reproducción de lenguado que abarata el proceso. Se trata del llamado RAS (Recirculating Aquaculture System), un sistema que recicla el agua donde se crían los ejemplares, reduciendo así el impacto medioambiental y, por tanto, contribuyendo a impulsar una actividad sostenible. Con esta tecnología ya validada, el objetivo ahora es escalar y, de hecho, la compañía explora la posibilidad de abrir una nueva planta en Euskadi. También otea el horizonte estudiando alguna operación fuera de las fronteras españolas. ¿Incorporar nuevos pescados más allá del lenguado? Sea Eight no lo descarta.
La previsión de Sea Eight es llegar a facturar en este ejercicio hasta 10 millones de euros. En los próximo dos o tres, con el capex que ya ha puesto en marcha, la estimación es triplicar esa cifra hasta los 30 millones.
16 millones
Sea Eight ha conseguido financiación de los bancos y del Gobierno de Asturias para ampliar su planta de engorde de lenguado en el puerto de El Musel
La compañía también tiene el reto de abaratar un producto que las familias consumen a diario. Durante el año pasado el consumo de pescado doméstico cayó un 3,7% en España, según los datos oficiales del Ministerio de Agricultura. Ello se explica por el aumento de los precios. Sólo hace falta acercarse a la pescadería para comprobar que el producto ha dejado de formar parte de algunas cestas de la compra por su encarecimiento. Sea Eight considera que tiene la solución para reducir costes y bajar el precio del producto final sin que pierda calidad. Y, además, hacerlo de forma sostenible. Ese es el objetivo de la acuicultura, que está llamada a reducir el efecto de la inflación en la factura doméstica. De hecho, la FAO, la agencia de la ONU dedicada a la alimentación, ya reconoció que en el 2024 se comercializó más pescado procedente de la acuicultura que de la pesca tradicional.

La apuesta de Sea Eight en Asturias ha contado con un impulso de inversores privados, que han aportado 14 millones a ampliar la planta, y de la Sociedad Regional de Promoción de Asturias, que ha contribuido con otros 2 millones. En Cambados la inversión ha sido de 12 millones. Atitlan quiere demostrar que producir peces buenos, cada vez más aprecia-dos en la cocina, y baratos sí es posible.