La sociedad civil, a lado del mundo empresarial y del educativo –especialmente el ámbito universitario-, tienen que ser quienes abanderen la creación y la proyección cultural. Entre otros motivos, porque “hoy en día no hay un sector más importante y que pueda crear más economía y más crecimiento social que el sector cultural”. Es una de las conclusiones que se ha planteado esta mañana en la sede Foment del Treball durante la presentación del libro ¿Cómo se crea la cultura? en el marco del Mondiacult 2025.
Es una obra impulsada por la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) en colaboración con la Fundación Ortega-Marañón que ha servido para organizar dos mesas de debate. En ambas ha quedado claro que la cultura tiene un gran potencial para ejercer de motor y palanca de la sociedad.
El mismo subtítulo del libro da cuenta de a qué nivel sitúan la cultura los diferentes autores que han participado: “Sin cultura no hay relato. Sin relato, no hay futuro”. Luego, en el encuentro de esta mañana, algunos de ellos han participado en el coloquio para reafirmarse de palabra.
No hay una batalla cultural, hay una batalla ideológica donde se utiliza la cultura como arma arrojadiza”
El mundo empresarial debe entrar mucho más en juego en el panorama cultural, se ha afirmado en ambos coloquios. Sobre todo en estos momentos, cuando la digitalización y la irrupción de varias tecnologías han acelerado el proceso y la diversidad de lenguajes narrativos. Esto ha llevado a los ponentes a subrayar que “nunca como ahora ha habido en España un sector empresarial cultural tan preparado para apoyar, impulsar, definir, ampliar y exhibir la calidad de artística de nuestros creadores”.
Pero, a juicio de los ponentes, para que pueda desarrollarse en plenitud, debe darse una mayor implicación del sector público con el privado, “más allá de las aportaciones económicas y el mecenazgo”. “Hay que reconocer la importancia que tiene la cultura para la articulación social y sensible de una sociedad, y esto implica dedicar cada día más esfuerzos a fortalecer el papel del sector privado, apostando, como se indica en el libro, por una mayor colaboración pública y privada”, había avanzado antes Félix Riera, presidente de la Comisión de Cultura de Foment del Treball.

En este sentido, “la sociedad civil tiene cada vez -y debe tener cada vez- más importancia para encontrar los desafíos y las respuestas a la cultura”, ha asegurado Joan Álvarez, consultor internacional en industrias creativas y culturales y uno de los participantes en el libro. “Y digo esto porque la política, ciertamente, no nos acompaña en este momento”, ha añadido.
Con todo, es necesario “economizar la cultura y despolitizar la cultura”, ha aseverado Inmaculada Benito, directora de Turismo, Cultura y Deporte de la CEOE. “Se está intentando instaurar el concepto de batalla cultural; no hay una batalla cultural, hay una batalla ideológica donde se utiliza la cultura como arma arrojadiza”, ha dicho en el mismo sentido el coordinador del libro y director cultural de la Fundación Ortega-Marañón, Federico Buyolo.
En los coloquios han intervenido también Kike Labian, consultor cultural en Harmon, Sara Magán, directora Fundación contemporánea, Berta Roca, directora de Berta Comunicación, y Fèlix Plaza, socio de Garrigues. Todos ellos han coincidido en señalar el papel de las empresas como generadores culturales.