
Pocas palabras, pero significativas. El papa León XIV entra en el fondo de las dos crisis más graves de esta época, Gaza y Ucrania. Al salir de la residencia de Castel Gandolfo para regresar al Vaticano, el Pontífice respondió a las preguntas sobre la violenta ofensiva del ejército israelí en la Franja: “Muchos no tienen adónde ir y por eso es una preocupación”. Por la tarde, el Papa telefoneó al padre Gabriel Romanelli, párroco de Gaza, en un gesto que su predecesor repetía casi a diario, incluso en los momentos más duros de su hospitalización: “He hablado también con los nuestros allí y con el párroco —explicó el Pontífice—; por ahora quieren quedarse, siguen resistiendo, pero realmente hay que buscar otra solución”.
El otro punto es la guerra en Europa del Este y la máxima tensión que se respira en las zonas fronterizas. Un periodista le preguntó: “El Kremlin dice que la OTAN está en guerra con Rusia”. La respuesta del Papa fue tajante: “La OTAN no ha comenzado ninguna guerra, los polacos están preocupados al ver que su espacio aéreo ha sido invadido. Es una situación muy tensa, estoy preocupado, ciertamente”.
En el 2022, Francisco criticó “los ladridos de la OTAN a la puerta de Rusia”
En mayo del 2022, el papa Francisco había expresado conceptos muy diferentes en una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera, donde criticó “los ladridos de la OTAN a la puerta de Rusia”. Han pasado más de tres años, la situación en el campo de batalla es muy distinta y en el Vaticano hay un nuevo Pontífice.