

El PSC, ERC y los comunes han sumado lo suficiente como para que el Parlament avale una financiación singular. En detalle, con la votación de este jueves en el marco del debate de política general la Cámara catalana ha instado al Govern a trabajar por un nuevo modelo de financiación económico propio que permita que la Generalitat gestione, recaude, liquide e inspeccione “todos los impuestos soportados en Catalunya”, y que calcule la aportación al Estado por las inversiones en territorio catalán. Además, este modelo deberá establecer una cuota de solidaridad “explícita”, “transparente” y “evaluable” para el resto de comunidades autónomas basado en el principio de ordinalidad.
Con este resultado, se repite el pacto de investidura ,que se expresaba en términos similares, y queda, pues, ratificado. Más firme es ese entendimiento si se tiene en cuenta que las medidas para regular los alquileres temporales y habitaciones también han salido adelante, así como la propuesta del Govern de aumentar en 50.000 viviendas.
El pleno ha tenido un punto de interés claro: la posición de Junts ante esta financiación. Desde que se conoció el acuerdo de investidura entre el PSC y ERC, los posconvergentes se han mostrado críticos con una financiación que a su criterio queda corto. Hoy, en el Parlament, se han vistos forzados a pronunciarse por primera vez a través de una votación, pero no han modificado su razonamiento y han rechazado todas las propuestas de financiación presentadas el PSC, Esquerra y los comunes. “Hacen trampas”, aseguran desde JxCat, “lo que proponen no es un concierto”. Mònica Sales, portavoz de Junts, desde el hemiciclo ha asegurado que tras “el tripartito por la investidura” se confirma “el tripartito de legislatura”.
Y es que los de Carles Puigdemont son partidarios de un “concierto económico” –terminología que usan ni el PSC ni Esquerra en sus resoluciones por escrito- que quede al margen del régimen común, con una “una metodología para calcular la cuota que la Generalitat pagará al Estado”, por los servicios prestados y una “aportación solidaria” decidida “exclusivamente” por Catalunya. Un punto, este último, que también se diferencia de las propuestas de resolución de socialistas y republicanos.
En todo este contexto, es destacable un hecho: la mayoría de grupos del Parlament se han coordinado para tumbar todas las iniciativas de Vox y Aliança Catalana. Vox había presentado propuestas contra la inmigración ilegal, la supresión de TV3 o una financiación igual para toda España, eliminando las singularidades del País Vasco y Navarra. Mientras la islamófoba Sílvia Orriols aseguraba que no han tenido en cuenta el signo político de los actores para decidir el sentido de su voto, Susanna Segovia, de los comunes, ha agradecido “el pacto antifascista”.