
El fuerte crecimiento del patrimonio de los hogares hasta alcanzar niveles récord contrasta con una caída de la riqueza bruta de los más jóvenes, según un informe presentado este jueves por Mutualidad y Esade EcPol. La vivienda sigue siendo la clave: mientras los grupos de mayor edad amortizan sus deudas y logran asentar un patrimonio, los más jóvenes tienen dificultad para acceder a las hipotecas que les den acceso a la propiedad.
El patrimonio de los hogares españoles, entendido como la diferencia entre sus ahorros y la deuda, ha alcanzado los 2,49 billones tras elevarse un 9,3% en el último año, gracias a la revalorización de los activos financieros, según los últimos datos del Banco de España.
Sin embargo, “hay un grupo de edad que no es como los demás”, afirma Jorge Galindo, director adjunto del centro de políticas económicas de Esade Ec Pol. Se refiere a los menores de 35 años y al “espectro de descensos de renta que correlaciona con la edad”.
El estudio hace especial énfasis en la brecha generacional, sin entrar en otras consideraciones, más allá de apuntar a la vivienda como el elemento que mejor explica estas diferencias. Los expertos que los presentan coinciden en que existe un problema de oferta.
La vivienda es el activo que explica las brechas
El informe concluye que la riqueza bruta mediana de los menores de 35 años ha descendido cerca del 80% si se toma como base cien el ejercicio 2006. Sin embargo, se ha producido un incremento superior al 100% entre los mayores de 74 años. En este caso, por riqueza bruta se entiende el valor de los activos sin tener en cuenta las deudas.
En renta anual neta por persona, desciende en dos grupos generacionales entre 2008 y el 2024. Son los menores de 30 años y los que están entre 45 y 64 años. Los primeros no superan los 14.000 euros.
Otra de las conclusiones es que, de forma tradicional, el patrimonio suele dispararse a partir de los 40 años, que es cuando se va amortizando la hipoteca y los activos comienzan a destacar con velocidad con respecto a los pasivos. Esta tendencia no acaba de concretarse entre los jóvenes, debido al descenso en el porcentaje de los que tienen una vivienda en propiedad.
La “trampa del alquiler”
El propio Galindo ha advertido del fenómeno de la “trampa del alquiler”, por el que muchos jóvenes no consiguen ahorrar ni acceder a la vivienda, al no lograr superar su condición de inquilinos. “La vivienda es el gran elefante en la habitación”, afirma Galindo.
El informe no incide en aspectos como las diferencias que se dan dentro de las propias generaciones o en el origen de las rentas, ya sea procedentes del trabajo o del capital.
Entre las soluciones que propone el informe figuran fórmulas de ahorro automático a través de cuentas de ahorro voluntario y políticas de vivienda más eficaces. “Es la condición necesaria para mejorar la trayectoria patrimonial juvenil”, indica.