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Esas regiones representan el 38% de todo el PIB estadounidense, de 27 billones de dólares.
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Solo China supera en economía a los estados de EE. UU. que quieren su reserva de bitcoin.
En un movimiento que refleja el creciente interés por las criptomonedas como activo financiero, 18 estados de Estados Unidos están impulsando proyectos de ley para crear reservas estratégicas de bitcoin (BTC). Estas regiones, que incluyen nombres como Texas, Florida, Arizona y Oklahoma, no solo destacan por su apuesta innovadora, sino también por su peso económico.
Juntas, suman un Producto Interno Bruto (PIB) aproximado de 10,3 billones de dólares, una cifra que supera con creces el PIB de países como México (USD 1,8 billones) y España (USD 1,5 billones), según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este grupo de estados representa el 38% del PIB total de Estados Unidos, que asciende a 27,5 billones de dólares, y solo es superado a nivel global por la economía de China, con 17,8 billones de dólares.
Un bloque económico poderoso con visión bitcoiner
Los 18 estados identificados —Arizona, Texas, Oklahoma, Florida, Georgia, Iowa, Illinois, Kentucky, Massachusetts, Maryland, Michigan, Misuri, Carolina del Norte, Nuevo Hampshire, Nuevo México, Ohio, Rhode Island y Virginia Occidental— no son un conjunto cualquiera.
Según datos recientes de la Oficina de Análisis Económico (BEA) de EE. UU., Texas lidera con un PIB de 2,4 billones de dólares, seguido por Florida con USD 1,4 billones. Incluso los estados más pequeños de la lista, como Nuevo Hampshire (USD 65.200 millones) y Rhode Island (USD 66.200 millones), contribuyen a esta formidable suma que alcanza los 10,3 billones de dólares.
Esta riqueza colectiva posiciona a estas regiones como un bloque económico que, de actuar en conjunto, rivalizaría con las principales potencias mundiales.
El interés por bitcoin en estas jurisdicciones no es casualidad. Como reportó CriptoNoticias la semana pasada, el 70% de los estados del país mantienen viva la conversación sobre BTC, con 18 de ellos enfocados específicamente en reservas estratégicas.
Este auge legislativo refleja una tendencia más amplia: diversificar las reservas financieras estadales ante la inflación y la incertidumbre económica global. Mientras México y España enfrentan desafíos económicos estructurales, estos estados de EE. UU. ven en bitcoin una oportunidad para fortalecer su posición financiera.

Más que México y España juntos
Comparar el PIB de estos 18 estados con el de México y España pone en perspectiva su magnitud. México, con una economía basada en manufactura, petróleo y remesas, alcanzó un PIB de 1,8 billones de dólares en 2023. España, por su parte, con un enfoque en turismo, servicios y exportaciones, registró 1,5 billones. Juntos, suman 3,3 billones de dólares, menos de un tercio de los 10,3 billones de los estados estadounidenses pro-bitcoin.
Esta disparidad no solo subraya la riqueza de estas regiones, sino también su capacidad para liderar experimentos financieros que podrían redefinir el papel de las criptomonedas en las finanzas públicas.
Estados como Oklahoma, con su proyecto de ley HB 1203 y Texas, con el SB 21, están avanzando hacia la integración de BTC en sus tesorerías. Oklahoma, con un PIB de 241.000 millones de dólares aprobó su iniciativa en un comité en febrero de 2025, mientras que Texas, con su economía de 2,4 billones de dólares, ve en bitcoin una herramienta para protegerse contra la inflación, según declaraciones de legisladores locales citadas por este medio.
Los 10,3 billones de dólares de estos estados representan el 38% del PIB total de Estados Unidos, una proporción que ilustra su influencia dentro de la mayor economía del mundo. Para ponerlo en contexto, el PIB estadounidense de 27,5 billones en 2023 supera al de la Unión Europea (18,1 billones) y triplica al de Japón (4,2 billones).
Por tanto, que casi cuatro de cada diez dólares generados en EE. UU. provengan de estados que exploran reservas de bitcoin sugiere que esta moneda digital podría convertirse en un pilar financiero más allá de los mercados privados.
Sin embargo, no todos los proyectos avanzan sin obstáculos. CriptoNoticias ha reportado que, de los 35 estados con iniciativas relacionadas con BTC, cinco han visto rechazos, como Montana y Wyoming, donde preocupaciones sobre la volatilidad y el uso de fondos públicos han frenado propuestas.
A pesar de esto, el impulso sigue siendo fuerte en los 18 estados enfocados en reservas estratégicas, que suman más de 30 proyectos de ley en total, según el sitio BitcoinLaws.
Solo China por encima
A nivel global, solo China, con su PIB de 17,8 billones de dólares, supera a este bloque de estados. Esta comparación es reveladora: mientras China ha prohibido las criptomonedas, estos estados de EE. UU. las abrazan como una estrategia económica.
Si bien el PIB de China refleja su escala como la segunda economía mundial, su rechazo a bitcoin contrasta con la apertura de regiones como Texas y Florida, que ven en BTC una forma de diversificar activos y atraer innovación tecnológica.
Otros países relevantes quedan rezagados frente a los 10,3 billones de este grupo. India (3,7 billones de dólares), Japón (4,2 billones de dólares) y Alemania (4,5 billones de dólares) no alcanzan ni la mitad de esta cifra.
Incluso combinando México y España con economías como Brasil (2,1 billones de dólares), el total latinoamericano y europeo seguiría por debajo. Esto resalta cómo estos estados de EE. UU. no solo son ricos, sino que están posicionándose como pioneros en un cambio financiero global.
Implicaciones y perspectivas
La apuesta por reservas de bitcoin en estos 18 estados tiene implicaciones profundas. Por un lado, legitima a BTC como un activo de reserva, un paso que podría influir en políticas nacionales e internacionales. Como ha informado CriptoNoticias, el éxito de iniciativas como la de Utah, donde el proyecto HB 230 está cerca de ser promulgado, podría inspirar a otros estados y países.
Económicamente, estos estados ya superan a México y España en riqueza bruta, pero su adopción de bitcoin podría ampliar aún más esa brecha. Mientras México explora regulaciones cautas y España se alinea con las políticas de la UE, los estados de EE. UU. avanzan con una visión audaz.
Si logran integrar BTC en sus finanzas públicas, podrían no solo consolidar su poder económico, sino también redefinir el futuro del dinero en un mundo cada vez más digital.
La apuesta de este bloque económico por BTC podría marcar un antes y un después en la adopción global de las criptomonedas, dejando a países tradicionales observando desde la retaguardia. Solo el tiempo dirá si esta riqueza se traduce en una revolución financiera duradera.