

Aunque el PP ha recibido con frialdad, cuando no con recelo e incluso con desdén, la propuesta de Pedro Sánchez de consensuar un pacto de Estado contra la emergencia climática, lo cierto es que el formidable poder territorial que atesora la formación que preside Alberto Núñez Feijóo puede verse amenazado por la gestión de los incendios, por lo que ya empiezan a dejarse oír voces que apuntan a la necesidad de un cambio en las políticas de prevención de los desastres naturales.
Tanto los presidentes de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, como de Extremadura, María Guardiola, dos de las comunidades que, con Galicia, también gobernada por el PP, más han sufrido la devastación del fuego, han admitido en sus comparecencias junto al presidente del Gobierno que la situación es cada vez más desesperada y son necesarias medidas extraordinarias ante la furia y la imprevisibilidad de las llamas.
Después de las trágicas inundaciones en la Comunidad Valenciana del otoño pasado, que han situado a Carlos Mazón en la picota por su negligente actuación durante las horas más críticas de la tormenta, ningún otro barón del PP quiere vivir en carne propia el baldón que arrastra el presidente valenciano desde entonces. Y hasta la siempre desafiante Isabel Díaz Ayuso moderó el tono contra el Gobierno cuando regresó de sus vacaciones en Miami y tuvo que enfrentarse a las preguntas sobre el incendio de Tres Cantos, que causó una víctima mortal.
La presidenta madrileña habló de cooperación entre administraciones y aparcó su beligerancia contra la “agenda ideológica” de la izquierda en materia medioambiental –donde Ayuso desborda incluso las posiciones de Vox– al reconocer que la lucha contra el fuego no es solo cuestión de medios materiales, sino que requiere reformas de índole política.
Pues bien, en esa misma línea abundó ayer desde Cáceres la líder extremeña, que, sin dejar de criticar la falta de “rapidez” del Gobierno central en enviar ayuda para sofocar el incendio que se expande por el norte de la región, se mostró dispuesta a trabajar “de manera conjunta” para flexibilizar una normativa ambiental que es “muy rígida”.
Guardiola deplora el “freno legislativo” y Mañueco pide una “reflexión” para mejorar las normas
“Tenemos que hacerlo siempre desde el conocimiento exhaustivo de la realidad de nuestro mundo rural y desde el sentido común que muchas veces se pierde o se olvida con esa perspectiva lejana que se tiene de vez en cuando en Europa o en los despachos de las grandes ciudades”, afirmó Guardiola en su comparecencia, junto a Sánchez, en el puesto de control del incendio de Jarilla.
Con todo, la necesidad de un nuevo enfoque en las políticas ambientales que asumen los líderes territoriales del PP, que son los que pisan las zonas afectadas y hablan con los vecinos de cuyo voto dependen sus cargos, se conjuga mal con las críticas de Génova a la iniciativa de Sánchez, tachada de “burla” por la portavoz en el Congreso, Ester Muñoz, quien recordó, además, que la mano del hombre está tras el 90% de los fuegos, en sintonía con el negacionismo de la ultraderecha.
A la llamada de la presidenta extremeña a preservar la “joya natural” de un paisaje como el del oeste peninsular, “eminentemente rural” y por tanto víctima de lo que se ha dado en llamar la España vaciada, que lucha por el reconocimiento de la labor de agricultores y ganaderos en la preservación del medio, se sumó también Mañueco, que ha visto como la zona norte de la provincia de León, además de los bosques de Zamora, que ya sufrió hace tres años el pavoroso incendio de la sierra de la Culebra, ardía sin control.
Si Guardiola se refirió al “freno legislativo” que entorpece el progreso y las mejoras, el presidente castellano-leonés, aliviado por la bajada de las temperaturas y con la “conciencia tranquila” por su desempeño, pidió repensar este gravísimo problema y mantener un “debate sereno” cuando pase el verano.
“Después de esta temporada de incendios tendremos que hacer una reflexión para, desde luego, mejorar de cara al futuro y darnos cuenta de lo que estamos viviendo con estos incendios”, analizó Mañueco tras recordar que las circunstancias de los años anteriores, en los que también hubo grandes fuegos en la región, la de mayor extensión de España, nada han tenido que ver con las de este 2025.
Tras la experiencia de Mazón, ningún líder del PP quiere verse en la picota por un desastre natural
Así las cosas, el Senado, cámara territorial donde el PP tiene mayoría absoluta, puede ser el escenario elegido por el principal partido de la oposición para presentar –y aprobar– sus propias iniciativas para mitigar el cambio climático, mientras que en el Congreso, que es donde debería prosperar el pacto de Estado que plantea el Gobierno, el previsible ruido de Vox situaría a los de Feijóo ante no pocas contradicciones.