El Prat crece con los vuelos de largo radio en pleno debate sobre su ampliación

El aeropuerto de Barcelona ha ganado terreno en el mercado del largo radio, un nicho que está tendiendo a la concentración desde que se superó la pandemia. Es, justamente, la actividad que tanto Aena como la Generalitat y el Gobierno central quieren impulsar y por lo que defienden la ampliación de El Prat, ahora en pleno debate de nuevo. El Govern de Salvador Illa ha de aportar una propuesta de extensión más pronto que tarde y los socios de investidura empiezan a marcar posiciones ante una materia de alto voltaje político. 

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Pasajeros en el aeropuerto de Barcelona

Mientras las discusiones sobre su futuro continúan, el aeropuerto ha batido un nuevo récord de pasajeros intercontinentales, aumentando la cuota que representan respecto al total de viajeros. 

El largo radio gana cuota de mercado

Por las terminales de Barcelona pasaron el año pasado 3,93 millones de pasajeros de largo radio, un 22,4% más que en el 2023 y, lo que es más relevante, un 9% por encima que en el 2019, anterior máximo, indican los últimos datos aportados por el Comitè de Desenvolupament de Rutes Aèries (CDRA) este viernes. Estos casi cuatro millones de personas supusieron una cuota de mercado del 7,15%, cuando cinco años antes aportaban el 6,8%. El incremento puede parecer discreto en términos absolutos, pero resulta destacable en una actividad de altísima competencia.

Para el organismo -formado por la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, Aena y la Cambra de Comerç de Barcelona- la evolución consolida el posicionamiento de Catalunya como destino de valor añadido. Contribuye, además, al comercio internacional y las relaciones empresariales. En total, el aeropuerto alcanzó las 54 rutas intercontinentales en el 2024, con nuevas conexiones como Shanghai, Hong Kong, Riad, Dallas o Tegucigalpa.

Próximo objetivo: Tokio

Entre los destinos que el CDRA se ha marcado como objetivo por su gran relevancia socioeconómica, destacan Lima, Delhi y Tokio. El vuelo a Japón es una histórica aspiración del tejido empresarial y político catalán que hasta ahora se le resiste. No es una ruta fácil de conseguir. Las conexiones con Asia están condicionadas por el cierre del espacio aéreo ruso para las compañías occidentales, con lo que el viaje se vuelve más largo y costoso. De momento, sólo Iberia vuela desde Madrid hasta la capital japonesa, pero en el CDRA consideran que la ruta desde Barcelona también es viable dada la cantidad de ciudadanos japoneses que viajan a la ciudad.

En esta nueva etapa de incremento constante de viajeros, el organismo quiere aumentar las frecuencias de las rutas ya existentes y buscar nuevos mercados. Para ello, confían en la apuesta que ha realizado el grupo IAG, especialmente con Level y Vueling, con el aeropuerto. La primera, dedicada a los vuelos intercontinentales, ha conseguido ya su certificado de operador aéreo y ha añadido destinos y capacidad este año con América. Los vuelos con Oriente, por su parte, están dominados por las aerolíneas asiáticas.

Un plan para el aeropuerto

La idea con la que trabaja la Generalitat es la de ampliar la tercera pista menos de 500 metros para no alcanzar la laguna de agua de la Ricarda, convertida en símbolo ambientalista. Aún así, una extensión de este tipo tocaría igualmente terrenos protegidos en la red Natura 2000, por lo que Aena debería realizar compensaciones ambientales y el proyecto requeriría el visto bueno de Bruselas.

El presidente del gestor aeroportuario, Maurici Lucena, explicó en una conferencia orga­nizada por La Vanguardia en marzo que los permisos de la UE podrían tardar unos dos años y medio en tramitarse. Entonces, Lucena también se abrió a que la propuesta inicial de Aena de alargar la pista mar –la de despegues– 500 metros incluyera algún matiz. Se trata de la misma idea que lanzaron los expertos del Ayuntamiento de Barcelona hace apenas unas semanas.

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