El primer ministro de la isla caribeña de Granada, Dickon Mitchell, ha manifestado ante Ursula von der Leyen el deber histórico de las antiguas potencias coloniales de disculparse y pagar indemnizaciones por su papel en la esclavitud de los africanos. Mitchell se dirigió a la presidenta de la Comisión Europa a última hora del miércoles en la reunión de los 48 jefes de gobierno de la Comunidad del Caribe (CARICOM) celebrada en Barbados, a la que Von der Leyen asistía por primera vez.
“No quiero ser descortés”, dijo Mitchell mirando a von der Leyen. “Pero se lo diré: la cuestión de las reparaciones (…) es un asunto que trataremos con usted”.
No quiero ser descortés, pero se lo diré: la cuestión de las reparaciones es un asunto que trataremos con usted
“Nos debemos a nosotros mismos y a las futuras generaciones de la humanidad el asegurarnos de que (la esclavitud) sea aceptada como un crimen contra la humanidad, y que se den las disculpas y compensaciones apropiadas, y que la comunidad internacional acepte que esto no debe volver a ocurrir”, añadió.
Von der Leyen respondió a Mitchell sin referirse a las reparaciones, afirmando que “la esclavitud es un crimen contra la humanidad (…) y la dignidad y los derechos universales de todos y cada uno de los seres humanos son intocables y deben defenderse por todos los medios”.
Entre los siglos XV y XIX, al menos 12,5 millones de africanos fueron secuestrados, transportados a la fuerza por mercaderes, en su mayoría europeos, y vendidos como esclavos. Las peticiones de reparación por la esclavitud y el colonialismo vienen de lejos, pero han ido ganando impulso en todo el mundo, especialmente entre la CARICOM y la Unión Africana (UA).
La CARICOM tiene su propio plan de reparación que, entre otras exigencias, reclama transferencias de tecnología e inversiones para atajar las crisis sanitarias y el analfabetismo. La UA está elaborando su propio plan.

En el 2023, la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) acordaron incluir en la declaración final de su cumbre un párrafo que reconociera el “incalculable sufrimiento” que la esclavitud infligió a millones de personas. En la comunicación, aprobada por los líderes de ambas partes, la CELAC hacía referencia al plan de reparaciones de CARICOM.