
A tres días de que expire el plazo para aceptar la opa, el Sabadell y el BBVA pugnan por mostrar los apoyos a su respectivos proyectos. La aseguradora Zurich (que es socia del Sabadell en el negocio de seguros en España y tiene casi el 5% del capital) mostró ayer su rechazo a la opa porque “la oferta actual no ofrece una propuesta atractiva para los accionistas de Sabadell”. Del lado del BBVA, su consejero delegado, Onur Genç, en un acto organizado en Madrid por Expansión, restó importancia a la decisión de Zurich: “Evidentemente, quieren proteger su negocio”. También declaró que “los grandes fondos nos han dicho que van a ir a la opa”. Es el mismo mensaje defendido por el presidente del banco de origen vasco, Carlos Torres, en una entrevista en La Vanguardia el domingo.
Esa guerra de declaraciones de apoyo a la opa disparó ayer las alarmas en el Sabadell al considera que puede haber una manipulación de mercado por estar ofreciéndose “indicios o señales falsas o engañosas”. En un comunicado, la entidad catalana informó que ha pedido a la CNMV que analice y revise si las declaraciones públicas sobre la aceptación de la opa son reales u obedecen a una estrategia para generar un efecto arrastre sobre otros accionistas. El Sabadell tiene la sospecha de que algunos de los inversores que han declarado su intención de suscribir la oferta (hasta ahora solo el mexicano David Martínez, con el 3,9% de las acciones, y Algebris Investments, con el 0,05%) en realidad lo que buscan es provocar que otros vayan para esperarse a la hipotética segunda opa, que dan por seguro que será a un precio más alto. Es lo que desde el Sabadell llaman “liebres”.
El Sabadell advierte de que se están ofreciendo “indicios o señales falsas o engañosas”
Genç negó ayer rotundamente que esta segunda opa sea a un precio superior, mientras la CNMV guarda silencio. El consejero delegado del BBVA se mostró molesto y llegó incluso a acusar al Sabadell de “desinformar” sobre este asunto. “Por primera vez voy a romper la regla de no confrontación. Lo que está pasando no es aceptable”, afirmó.
El Sabadell quiere que los inversores que hagan públicas sus intenciones en la opa informen de cuál es su posición total en la entidad, expliquen si van a ir con el 100% de sus acciones y “comuniquen cualquier conflicto de interés existente (como la tenencia de deuda) e indiquen que es una decisión firme e irrevocable”.
Sobre esa petición Genç se mostró “defensor de la transparencia” y dijo no tener nada en contra de la propuesta del Sabadell. “No he visto la petición, pero si es buena para la transparencia, la apoyo”.
Fuentes de la CNMV descartaron ayer hacer comentarios sobre la petición del Sabadell.
La reclamación del banco catalán se produce después del rifirrafe del lunes entre el inversor mexicano David Martínez y la cúpula del Sabadell. En declaraciones a El País, Martínez lamentó que los directivos del Sabadell lo consideren un ignorante, mientras ayer el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, insistió en una entrevista a Europa Press en que Martínez debe decir si su decisión es irrevocable o no.
Fuentes financieras explican que aunque se puede aceptar la opa hasta las 23.59 horas del viernes, los grandes inversores suelen tomar la decisión final dos o tres días antes porque deben comunicarla a sus custodios para ejecutar la orden. Por lo tanto, el resultado final de la opa ya está prácticamente tomado. Los analistas dan por hecho que la batalla se librará en los institucionales, ya que los minoritarios, que atesoran alrededor del 40% de las acciones, registran un nivel de aceptación muy bajo, según el Sabadell.
Onur Genç reconoce que fue un error lanzar la opa con las elecciones catalanas por delante
El pronóstico del BBVA es que en estos tres días podría producirse el 75% de las adscripciones. Ni siquiera el viernes habrá indicios acerca del resultado porque las distintas entidades custodias que haya recibido órdenes de aceptación tienen unos días para informar de ello, asegura.
En la batalla por los institucionales no hay pistas, más allá de los anuncios de David Martínez y Zurich. Es una incógnita lo que harán la gestora estadounidense BlackRock, la suiza UBS, la francesa BNP Paribas o la alemana DWS. El BBVA dice haber mantenido conversaciones con todos ellos, que suman cerca del 30% del capital, y señala que les llega que “van a ir a la opa”. Sin embargo, el Sabadell avisa de que muchos solo canjearán una parte de sus títulos. Por eso de ese 30% cree que emergerá un apoyo a la opa de apenas el 15%.
En la pugna por los minoritarios, el BBVA afirma que, con datos de ayer, el 40% de los que tienen sus acciones custodiadas en el banco comprador ha ido a la opa. Este grupo representa el 2% del capital. González-Bueno afirmó ayer que los particulares adheridos a la opa son solo el 1% y que el porcentaje va a la baja porque algunos deshacen posiciones. Genç en cambio dijo que, desde que Martínez emitió su opinión, se ha acelerado la aceptación.
Un detalle más. Cuando a Genç se le preguntó qué cambiaría de la opa si pudiera volver atrás en el tiempo, dijo: “Las fechas elegidas no fueron afortunadas, con las elecciones en Catalunya por delante”.
“Una desgracia política y económica”, según Foment
La posibilidad que el viernes Catalunya pierda el único banco con sede en la comunidad autónoma fue calificado ayer como una “auténtica desgracia desde el punto de vista político y económico” por parte del presidente de la patronal catalana Foment del Treball. Si triunfa la opa, si bien durante tres años ampliables a cinco el BBVA no puede absorber el banco, la intención de la entidad que preside Carlos Torres es fusionarla en cuanto pueda. Desde que comenzó la crisis financiera en el 2007, Catalunya ha perdido 9 de las 10 cajas de ahorro que tenía. La mayoría, precisamente, absorbidas por el BBVA. Solo se mantiene CaixaBank (hoy transformado en banco) pero que desde el 2017 mantiene su sede social en Valencia con dos sedes operativas, una en Madrid y otra en Barcelona. En el marco de la conferencia Nueva Economía Fórum, el líder patronal catalán Josep Sánchez Llibre apuntó que la oferta del BBVA es una “tomadura de pelo” por ser a un precio bajo y avisó que la entidad de origen vasco quiere comprar “duros a cuatro pesetas”. Mientras, ayer comenzó el debate de política general en el Parlament en el que se espera el jueves votar una resolución de Junts contra la opa. Sánchez Llibre también acusó al Gobierno querer imponer “un Estado policial” con el nuevo registro horario.