
La Asociación de Empresas de Movilidad, Entorno Sostenible y Smart (Aemes Smart), ha urgido este jueves a una mayor colaboración entre empresas y administraciones para tumbar barreras que impiden avanzar al sector, como una normativa lenta o la burocracia. Lo ha hecho ante los responsables de transporte de Catalunya y Madrid, a quienes instan a coordinarse para avanzar en necesidades pendientes del transporte. Un llamamiento que se encuadra en una necesidad de mayor colaboración global.
El gran reto es adaptarse a un mundo que avanza a una velocidad que supera a la voluntad normativa. “Es un corsé muy grande para la innovación que nos están pidiendo”, ha planteado Josep M. Tarragó, presidente de Aemes Smart. El responsable entiende que existe talento e iniciativa, pero a se topan con paredes que desincentivan. Los retos y plazos marcados obligan a coordinar voluntades. Desde las redes de recarga al transporte pesado, “el problema de la sostenibilidad no está resuelto”, ha planteado. Hace falta dar pasos para garantizar una industria y empleo fuertes. Si bien reconoce que existen muchas oportunidades por delante, “tenemos que conseguir que industria y Administración desarrollen una asociación”, ha señalado. “El mundo es difícil solo sin un proyecto para la industria. Requerimos planificación, coordinación”, apunta.
Más relación entre empresas y administraciones, clave
Aemes Smart, que aglutina 180 empresas, 100.000 empleos y una facturación de 10.000 millones de euros, ejemplifica los cuellos de botella en el despliegue de las redes de recarga del coche eléctrico. Para poner en marcha un punto de cierta dimensión se están tardando entre año y medio y dos años para que la operativa quede en marcha. “Necesitamos alianzas estables, más colaboración. Aprender empresas y Administración juntos, con proyectos conjuntos. Hay voluntad de colaborar, otra cosa es poder cambiar la normativa”, expone Neus Olea, directora de Aemes Smart. “La voluntad común es trabajar entre administraciones, unir problemas para buscar soluciones. Catalunya y Madrid pueden marcar las iniciativas en movilidad”, ha lanzado.
El guante lo han recogido desde ambos lados, comprometiéndose a mejorar la colaboración y búsqueda de soluciones. Susi López, directora general de Transports i Mobilitat de la Generalitat, ha señalado que se tiene que avanzar en plataformas que integren diversos transportes, de la red pública y privada, para ampliar la oferta. A la vez, utilizar inteligencia artificial para explotar los datos de los movimientos para ser más eficientes, en lo que se daría acceso a las empresas. “Tener relación directa de las empresas con la Administración es fundamental”, ha dicho. Para la Administración, el coste es un factor clave, al alza por la mayor población. “Quizás falta un ejercicio de eficiencia”, ha reconocido, en el que el sector privado pueda añadir soluciones.
Desde la Comunidad de Madrid, Susana Gómez, subdirectora general de transportes y movilidad de la región, ha apuntado que las empresas requieren “seguridad jurídica” y hoy no la están teniendo. Madrid trabaja una ley de movilidad “flexible, abierta, que permita la introducción tecnológica”. Un despliegue en el que quiere sumar actores. “Queremos detectar problemas comunes y establecer colaboraciones entre administraciones”, ha expuesto. Para ello ve crucial, como López, el análisis de datos. “Lo primero que hay que hacer es una radiografía, tener datos”.
“Quizás falta un ejercicio de eficiencia”, expone Susi López
En un ámbito más local, Esther Pujol, directora del área de desarrollo social y económico del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), ha llamado a “hacer una agenda común para hacer crecer a un sector que se lo merece”. “Necesitamos una nueva agenda local, empresarial, alternativa, donde la colaboración, adaptación y autonomía estratégica estén sobre la mesa”, ha añadido.
Más allá de coordinarse, hay un factor clave que puede llevar más tiempo. “Falta talento, se necesita un plan a largo plazo para mejorar la formación”, ha planteado Tarragó. “Necesitamos perfiles polivalentes, hoy en día se requiere un aprendizaje constante”, comenta Olea. Otro punto clave es que a las empresas centradas en la sostenibilidad les está costando que la apuesta resulte rentable, resalta Olea. Ya con la presión del negocio, la mayor regulación lleva a pensarse dos veces las iniciativas.