
El tren de alta velocidad volvió a ganar cuota frente al avión en los principales trayectos de España en el 2024. La entrada en competición de empresas privadas en algunos trayectos incrementó los usuarios y provocó una reducción de los precios. Según el último informe del sector ferroviario de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el ferrocarril rápido fue usado el año pasado por 26,7 millones de personas, lo que supone algo más de 3,5 millones adicionales respecto al 2023. En cambio, los usuarios del avión se mantuvieron estables en los mismos trazados, con algo más de 3,8 millones de viajeros en los trayectos estatales.
La CNMC analiza los seis principales recorridos usados cada día por miles de ciudadanos. El principal es el Madrid-Barcelona, que tiene una peculiaridad que le diferencia del resto. Entre Atocha y Sants viajaron en el 2024 casi nueve millones de personas, récord histórico. Sin embargo, la cuota de la alta velocidad en el trayecto no aumentó respecto al 2023, lo cual se explica por la pujanza del puente aéreo que opera IAG. Ocho de cada diez viajeros entre la capital y Barcelona optan por el tren, frente a dos que prefieren volar, cifra que se mantuvo estable durante el pasado ejercicio.
La pujanza del puente aéreo mantiene estable la cuota modal entre Madrid y Barcelona
La CNMC destaca en su informe que la competencia privada a Renfe, que se incorporó en algunos de los trayectos en el 2023, provocó “un fuerte incremento en los viajeros y una reducción de los precios medios de los billetes” a lo largo del 2024. Así, los usuarios de la línea entre Madrid y Sevilla ascendieron a 3,8 millones durante el año pasado, frente a los 3,1 millones del 2023. Entre la capital y Málaga también hubo un importante incremento de usuarios de la alta velocidad, con 3,2 millones, frente a los 2,5 millones del año anterior. Y entre Madrid y Alicante se produjeron 2,6 millones de desplazamientos en el 2024 frente a los 2 millones del año previo. Por tanto, la apertura de la alta velocidad a Iryo y Ouigo provocó un incremento de viajeros de en torno al 25% en estos trayectos.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha asegurado en varias ocasiones que la alta velocidad se encuentra en cifras históricas y los datos de la CNMC así lo corroboran. Respecto al año previo a la pandemia, el 2019, el trayecto entre Madrid y Barcelona ha duplicado el número de viajeros, como también lo ha hecho el que une la capital con València y Alicante. En el Madrid-Sevilla, el aumento ha sido del 41%, y en el del centro a Málaga, del 59%. La irrupción de los competidores privados ha sido decisiva para lograr estas cifras.
Una de las claves de la pujanza del tren de alta velocidad es el precio, que ha acercado a nuevos usuarios. La CNMC no compara el coste medio de los billetes de avión con los de tren, pero sí establece que en los principales trayectos los precios medios cayeron en el 2024 un 20%. De esa reducción se beneficiaron los usuarios que utilizaron el servicio Madrid-Málaga y Sevilla-Alicante. La única excepción a esta rebaja de las tarifas volvió a ser el Madrid-Barcelona, cuyos precios subieron un 3,5% de media. En el Madrid-València bajaron un 4,8%.
En el caso de los corredores Madrid-Barcelona, Madrid-Málaga/Granada y Madrid-Alicante, además de los trayectos más importantes (Madrid-Barcelona y Madrid-Zaragoza en el primer caso; Madrid-Málaga y Madrid-Córdoba en el segundo, y Madrid-Alicante y Madrid-Murcia en el tercero), un número de viajeros superior al 20% proviene de otras relaciones, concluye la CNMC.
El Gobierno entre PSOE y Sumar tiene recogido en su acuerdo de coalición que “impulsaremos la reducción de los vuelos domésticos en aquellas rutas en las que exista una alternativa ferroviaria con una duración menor de dos horas y media, salvo en casos de conexión con aeropuertos-hub que enlacen con rutas internacionales”. Es decir, el puente aéreo quedaría fuera de la limitación.