Elon Musk está fracasando en su intento de recortar el gasto estadounidense

Todo parece apuntar a que la cosa va muy en serio. Cada día, a veces cada hora, Elon Musk anuncia que su equipo de comandos fiscales ha encontrado un nuevo fraude gubernamental, que ha rescindido otro contrato superfluo o incluso que ha suprimido todo un organismo. Los partidarios de Musk creen que, gracias a su genio tecnológico y su grandiosa fuerza de voluntad, está recortando el déficit federal como los políticos llevan años sin ser capaces de hacerlo. Sin embargo, semejante relato tiene un fallo manifiesto: nuestro análisis de los datos oficiales demuestra que los esfuerzos de Musk apenas han hecho mella en el gasto.

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FOTODELDÍA WASHINGTON (EEUU), 03/02/2025.- Un empleado de la Agencia de Ayuda al Desarrollo Internacional (Usaid) sale de la sede de la agencia llevando una silueta de cartón del cantante Elvis Presley, este lunes en Washington DC. El multimillonario Elon Musk, actual responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en la administración del presidente estadounidense Donald Trump, asegura que ha hablado con Trump y le ha dicho que está de acuerdo en cerrarla, informó este lunes Axios. EFE/ Shawn Thew

El Tesoro estadounidense publica todos los días laborables un extracto en el que detalla las retiradas de efectivo de su cuenta de depósitos primarios, lo que proporciona el mejor indicador de alta frecuencia del gasto público. Desde que Donald Trump asumió el cargo hace poco más de tres semanas, los desembolsos han alcanzado una media diaria de 30.000 millones de dólares. Comparemos esa cifra con la gastada en el mismo período del año pasado bajo el mandato de Joe Biden: entonces el gasto federal ascendía a unos 26.000 millones de dólares diarios. De hecho, las salidas del Tesoro han aumentado desde el 28 de enero, cuando Musk anunció que su “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE) estaba ahorrando al gobierno federal 1.000 millones de dólares diarios. Si analizamos el panorama en su conjunto, la trayectoria del gasto público en el actual año fiscal, que comenzó en octubre, se asemeja básicamente a la de los dos últimos años (véase el gráfico).

La canción del recorte de gastos

Estados Unidos, desembolsos* acumulados del Tesoro desde el principio del año fiscal, † billones de $

Toma de posesión

de Donald Trump

Febrero‡

Fuente: Departamento del Tesoro

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de Donald Trump

Febrero‡

Fuente: Departamento del Tesoro

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de Donald Trump

Febrero‡

Fuente: Departamento del Tesoro

Tales comparaciones distan mucho de ser perfectas. Los flujos de entrada y salida de las arcas públicas son volátiles. En términos nominales, el gasto aumenta de forma natural con el tiempo, empujado al alza por la inflación. Quizás los flujos de salida habrían sido aun mayores sin la intervención de DOGE. Además, el organismo apenas ha comenzado su andadura. De todos modos, la brecha entre las declaraciones de Musk y el aparente fracaso a la hora de recortar gastos pone de manifiesto las dificultades a las que se enfrenta su proyecto. Musk ha prometido más de 2 billones de dólares de ahorro anual para el gobierno federal. Le costará acercarse a esa cifra.

En gran parte, eso se debe al modo en que está estructurado el presupuesto estadounidense. El gobierno va camino de gastar 7 billones de dólares este año. Casi dos tercios de esa cifra consisten en gastos obligatorios de la Seguridad Social y el seguro de enfermedad. Los pagos de intereses suponen más del 10%. Eso deja una cuarta parte del presupuesto a los gastos discrecionales, una categoría que en teoría es algo más fácil de recortar… salvo que la mitad se destina a defensa, y los republicanos querrían aumentar esa partida. En otras palabras, por muy agresivo que se muestre DOGE, sus acciones se centran en apenas algo más de una décima parte del presupuesto federal global.

Por muy agresiva que sea la política de recortes su margen de maniobra es muy pequeño

Musk afirma que conseguirá grandes ahorros erradicando el fraude y el despilfarro. Sin duda, una organización tan grande como el gobierno estadounidense posee cierta cantidad de grasa superflua y se beneficiaría de un régimen de ejercicios. Sin embargo, es más exacto considerar que semejante estructura tiene un problema de flaccidez más que de obsesidad mórbida. La oficina de rendición de cuentas del gobierno, un organismo de control, calcula que las pérdidas por fraude han oscilado en los últimos años entre 233.000 y 521.000 millones de dólares al año. Aunque fuera posible identificar y acabar con todo ese fraude en tiempo real (una tarea extremadamente difícil), Musk seguiría sin acercarse a sus objetivos de rigor extremo.

En cualquier caso, los esfuerzos de DOGE parecen bastante dispersos. Muchas de sus reducciones de gasto se han dirigido a cuestiones concretas que Trump considera un despilfarro, como los programas de “diversidad, equidad, inclusión y accesibilidad”. Sin embargo, esos programas suponen una ínfima parte del presupuesto federal. El valor total de los ahorros anunciados por DOGE (en su cuenta en X, la red social de Musk) asciende hasta ahora a unos 7.000 millones de dólares. Además, algunas de las reducciones proceden del abandono de contratos plurianuales, lo que significa que el ahorro anual asciende a menos de la cifra anunciada. Si el polémico cierre de USAID, el principal organismo estadounidense de desarrollo internacional, cuenta como un éxito en la reducción de costes para DOGE, el ahorro total alcanzaría unos 45.000 millones de dólares al año, apenas el 0,6% del gasto federal.

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Nada de todo lo dicho pretende minimizar el impacto de DOGE. Ya ha suspendido de empleo a miles de empleados públicos. Armado con una nueva orden ejecutiva presidencial, se prepara ahora para realizar despidos masivos, si bien quizás carezca de la autoridad legal para hacerlo. Los funcionarios están desorientados y angustiados acerca de su futuro, un resultado que seguramente complacerá a Musk, que disfruta con su papel en la guerra contra la burocracia.

Sin embargo, la misión principal de DOGE es ahorrar dinero. “Reducir los gastos federales no es opcional. Es esencial”, dijo Musk el 11 de febrero. Y, en ese aspecto, da la impresión de que se quedará bastante corto.

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Traducción: Juan Gabriel López Guix

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