Elon Musk sigue en el ojo del huracán. Tras su salida del papel que interpretó en el gabinete del presidente de EE.UU. en su recorte presupuestario y el posterior cruce de acusaciones con Donald Trump, el magnate vuelve a levantar polvareda para negar las acusaciones sobre un posible consumo de drogas.
El hombre más rico del mundo ha publicado en X, su red social, un supuesto test antidroga para desmentir el consumo de ketamina y de otras sustancias que le achacaba un reportaje de The New York Times. “LOL” (expresión que significa hilaridad, Lots of laughs en inglés), ha afirmado escueto Musk adjuntando los resultados del test.

El análisis de orina, realizado el 11 de junio en un laboratorio de Austin, dio negativo en diversas sustancias ilegales y medicamentosas, incluyendo éxtasis, cocaína, fentanilo, ketamina, benzodiacepinas y, entre otros, opioides y cannabinoides.
Musk sí había reconocido en una entrevista en marzo de 2024 que consumía ketamina en microdosis y bajo prescripción médica —está aprobada como anestésico y utilizada como antidepresivo. También su aparición en el podcast de Joe Rogan en la que se fumó un porro, abrían la puerta a un consumo de drogas más amplio. Sin embargo, el reportaje de The New York Times iba más allá.

Según el rotativo, Musk consumía varias sustancias antes de sus apariciones públicas y sus mítines de campaña. Entre las drogas consumidas, según el reportaje, había ketamina, éxtasis, setas alucinógenas e incluso Adderall, un estimulante médico.
“NO estoy tomando drogas. El New York Times está mintiendo descaradamente”, afirmó Musk a comienzos de junio, en un nuevo capítulo de su tensa relación con algunos de los principales medios estadounidenses.