En busca de la puntilla

Buenos días,

Alberto Núñez Feijóo ha tenido este fin de semana el congreso soñado por él. Ni en sus mejores fantasías podría haber imaginado unas jornadas tan plácidas y con un respaldo tan unánime de sus militantes. En gran medida este éxito ha sido directamente proporcional al fracaso experimentado por su rival, Pedro Sánchez, que no acaba de encontrar la tecla para superar la crisis de confianza que ha generado en toda la sociedad española la explosión del caso Cerdán como se ha visto en el comité federal de su partido celebrado este sábado.

Y es que la evolución de la carrera política de ambos va muy interrelacionada. Las dudas sobre la idoneidad de Feijóo para ser presidente de Gobierno han aflorado siempre en coincidencia con los mejores momentos de Sánchez. Y ahora que los problemas se le multiplican al líder socialista, Feijóo aparece sin discusión como el gran referente de los conservadores.

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El líder del PP ve más cerca que nunca su llegada a la Moncloa y eso se notó en su discurso de ayer de clausura del congreso de su partido. Quitó del discurso sus habituales descalificaciones a los socialistas y habló más como hombre de Estado, convencido de que el Santo Grial ya no se le puede escapar. “El cambio no llegará solo por mero desgaste, aunque hay que decir que se empeñan bastante en ello. Llegará sobre todo por nuestra capacidad para dar esperanza” afirmó en la línea de lo que muchos hace tiempo que le reclamamos.

Se trataría de ganar con un discurso en positivo, con propuestas que convenzan a la opinión pública, y no simplemente mediante la autodestrucción de los socialistas. El problema para Feijóo y para el PP es que el boxeador noqueado, el boxeador grogui que da tumbos por el ring, aún sigue de pie. El objetivo número uno de Sánchez es aguantar este verano, superar estos horribles meses de junio y julio e intentar aguantar como mínimo hasta la negociación presupuestaria en septiembre. Sánchez, acostumbrado a llevar el timón y marcar el relato, lleva semanas a remolque de los titulares de prensa. Su futuro depende del devenir de las investigaciones judiciales que hay en marcha. Va a ciegas.

El ex presidente del Gobierno, Felipe González durante su intervención en el Foro Guadaliuris. A 31 de enero de 2025 en Sevilla, Andalucía (España). El ex presidente del Gobierno, Felipe González, participa en el Foro Guadaliuris, donde mantendrá un diálogo con el periodista Juan Carlos Blanco.

Felipe González en una imagen de archivo 

Francisco J. Olmo / Europa Press

Su caída no va a producirse por una rebelión de su partido como se vio en el comité federal del sábado. Felipe González y los veteranos firmantes de un manifiesto que pedían elecciones anticipadas no representan al actual PSOE. Hacen ruido, desgastan, ayudan indirectamente a la estrategia de Feijóo, pero no tienen la fuerza suficiente para doblegarlo.

La última estación que le queda al PP para provocar un adelanto electoral antes del verano es la sesión de control de este próximo miércoles. Va a ser una jornada dura donde los populares van a seguir en la línea agresiva de las últimas sesiones, conscientes de que tienen a un púgil tocado. Es acertado comparar el Congreso de este miércoles con un ring. Porque Sánchez no va a estar tampoco callado.

Su gran argumento va a seguir siendo que una victoria de Feijóo supondrá la irrupción en España de un gobierno involucionista que hará perder a España muchos de los avances democráticos alcanzados estos últimos años. Los socialistas lo defienden con la idea de que el PP no dispondrá de mayoría absoluta y no le quedará otra opción que gobernar con Vox. Feijóo descartó esta opción de forma tajante en la clausura de su congreso, pero, al mismo tiempo, dejo meridianamente claro que si necesita los votos de la formación de Santiago Abascal recurrirá a ellos, como ha hecho en tantas comunidades autónomas.

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en su intervención ante el Comité Federal del PSOE, el 5 de julio de 2025

Pedro Sánchez en su interencion en el comité federal del PSOE 

Europa Press

Esto es lo que quiere oír el PSOE. Y así construir la teoría de que no estamos ante un simple relevo de gobierno como el que hubo en 1996 con José María Aznar, sino que ahora la influencia de la derecha extrema puede provocar un retroceso en nuestras libertades. Esta va a ser la gran baza que el PSOE va a jugar y que tan bien le resultó hace justamente dos años para retener el Gobierno. Hoy lo tiene mucho más difícil por el desgaste de su gestión y la correspondiente desmovilización del voto socialista.

Pero la partida aún no está ganada por el PP. Y discursos como el de José María Aznar apelando al ingreso en prisión del presidente de Gobierno va en la línea contraria de lo que le interesa a Feijóo: que el votante de izquierdas no se movilice y se quede en su casa. A muchos militantes socialistas la afirmación de Aznar les ha provocado no solo irritación, sino también temor ante lo que puede deparar la próxima legislatura. Que nadie se ofenda si escribimos que meter en la cárcel a rivales políticos no sería una sorpresa en la España del siglo XXI como bien pueden atestiguar unos cuantos lideres independentistas catalanes.

Esta es la foto que tenemos en este tórrido verano: el Feijóo más crecido que hemos visto y el Sánchez más debilitado de su etapa en la Moncloa. La sesión de control del miércoles será no apta para corazones sensibles. Igual le ha llegado el momento al líder del PP de presentar una moción de censura. Tiene su lógica después de su triunfal congreso. Lo que está claro es que Sánchez no hará una cuestión de confianza como le pide hoy el presidente canario Fernando Clavijo y también sugiere Iván Redondo en su artículo. Los primeros que no quieren son sus socios que le apoyan, más por temor a un gobierno del PP y Vox que por convencimiento. En fin, que julio promete.

Las recomendaciones del director

Como cada lunes, les dejo aquí mis recomendaciones de esta última semana que no se pueden perder:

El cambio histórico que vivimos en nuestro grupo editorial con artículos de Javier y Carlos Godó;

– Ramon Aymerich participó en la presentación del último libro de Robert D. Kaplan y les recomiendo también la entrevista que hizo Justo Barranco;

– La sesión que tuvimos con nuestros suscriptores y la redactora jefe de Gente, Silvia Colomé;

– Una investigación de la sección de A Fondo sobre todas las tramas que convergen sobre la de Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García;

– Un trabajo de narrativa visual sobre las causas del aumento de la factura de la luz;

– La entrega de los premios de nuestro suplemento Quèfem?.

Feliz semana.

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