España prueba el nuevo registro de rostro y huellas de extracomunitarios

A partir del 12 de abril del 2026, la imagen de agentes de la Policía Nacional sellando pasaportes de ciudadanos extracomunitarios en los aeropuertos pasará a la historia. Desde ese día deberá estar plenamente operativo el nuevo sistema de la Unión Europea de control fronterizo biométrico y automatizado, que registrará –en tiempo real– el rostro y las huellas de todo aquella persona no europea que entre o salga de un país miembro.

Un ligero cambio para los viajeros, cuyo tránsito por las fronteras será “más fluido”, según el Ministerio del Interior, pero que detrás del cual se encuentra la creación de una brutal base de datos a la que los estados de la UE tendrán acceso en tiempo real para luchar contra la inmigración irregular, el terrorismo, el crimen organizado o la usurpación de identidad.

Pero hasta ese 12 de abril como fecha límite quedan seis meses por delante en los que los países deben poner a prueba el Sistema de Entrada y Salida (EES, por sus siglas en inglés). Interior ha realizado una inversión de 83 millones de euros para adecuar todos los puestos fronterizos españoles a los requerimientos técnicos del EES. Todas las fronteras terrestres y aéreas están ya preparadas para empezar a funcionar con el nuevo sistema, según afirman desde el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, pero la puesta a punto será gradual. Mañana, los pasajeros de un vuelo que tiene previsto aterrizar a primera hora de la mañana en el aeropuerto de Madrid-Barajas–Adolfo Suárez serán los primeros en estrenar el sistema en unos quioscos instalados antes de las puertas electrónicas de paso, en las que agentes de la Policía Nacional controlan a los viajeros.

Los pasajeros de un vuelo que aterriza este domingo en Madrid serán los primeros en probar el sistema

Aún no hay fecha para que el sistema eche a rodar en los aeropuertos de Catalunya, pero previsiblemente será en las próximas semanas. Antes, según señalan mandos policiales, estará operativo en Alicante o Tenerife. No obstante, este nuevo sistema no afecta de ningún modo a cualquier ciudadano del espacio de Schengen, que incluye todos los países europeos menos Chipre e Irlanda, además de Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. La segunda fase corresponderá a fronteras terrestres y, por último, las marítimas.

Tras la implantación progresiva durante el próximo semestre, la gran base de datos europea empezará a nutrirse a buen ritmo. Aunque la propuesta de fronteras inteligentes se aprobó en abril del 2016, su puesta en marcha definitiva coincidirá con un momento en el que Europa sigue girando a la derecha, apostando por el endurecimiento de los controles fronterizos. En la práctica, esa base a tiempo real será muy útil para los gobiernos. Por ejemplo, no solo se podrá cifrar exactamente el número de personas irregulares, sino que estas tendrán nombre y apellido.

Una base de datos, a la que podrán acceder los países europeos, servirá para cifrar el número de irregulares

Hasta ahora, esa cifra –que en España se estima alrededor de los 700.000– es muy complicada de conocer. Si un ciudadano paraguayo entra con visado de turista de 90 días por el aeropuerto de Madrid, pero pasado ese tiempo no ha salido, las autoridades policiales pueden intuir que se ha quedado en España de manera irregular. Sin embargo, esa conclusión puede llevar a error, puesto que ese hipotético extranjero ha podido estar durante tres meses viajando por Europea en coche para terminar, finalmente, volviendo a su país por Roma. Con el novedoso sistema EES, que registrará entradas y salidas, se podrá conocer en tiempo real si el viajero ha expirado su visado sin salir de territorio europeo. Es decir, a partir del 12 de abril del próximo año el Ministerio del Interior irá sabiendo el número de personas que se suman a la bolsa de ciudadanos sin papeles después de haber entrado de manera regular en España. Estas entradas, según datos de Migraciones, suponen el 94% de las llegadas al país, frente a las irregulares –cayucos o saltos a las vallas– que no suelen superar el 6%.

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Desde Interior admiten que el actual sistema de sellado de pasaportes, además de ser un trámite que consume mucho tiempo, no facilita datos exactos sobre los cruces fronterizos. El nuevo facilitará también el acceso a los rechazos en frontera en tiempo real por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad –el control de los puestos seguirá recayendo en la Policía Nacional, mientras que la Guardia Civil conserva prevención del contrabando y fraudes aduaneros–. Fuentes policiales ponen otro supuesto: un ciudadano que es rechazado en Bruselas, pero ese mismo día logra volar a Sevilla para tratar de entrar en Europa, en el aeropuerto andaluz tendrán la información de su primer rechazo.

Intercambio de datos de armamento

El Gobierno autorizó en el último Consejo de Ministros la suma de España a la modificación de un acuerdo que comparten Francia, Alemania, Italia, Bélgica y el Reino Unido para la cooperación internacional en materia de armamento. Una autorización que se enmarca en el cumplimiento de los fines de la Organización Conjunta de Cooperación en Materia de Armamento (OCCAR), que insta a intercambiar información clasificada en esta materia entre los firmantes. La modificación, tal y como se recoge en la referencia del Consejo de Ministros, está enmarcada en la protección de esa información conforme a los mejores estándares existentes.

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