Esquiar será más caro

Andorra tiene un tesoro. La nieve. El pequeño estado es sinónimo de esquí. Sumando los más de 300 kilómetros de pistas, alojamientos, restauración, tiendas, transporte y demás, el sector genera cerca de 350 millones de euros al año, un impacto económico que representa entre un 4% y un 5% del PIB andorrano de forma directa, pero que llega a más del 30% de la riqueza que se produce al año en el país gracias al efecto multiplicador de este deporte.

Las estaciones de esquí (Grandvalira, Pal-Arinsal, Ordino Arcalís) dan trabajo a más de 2.200 personas durante la temporada de invierno. El esquí es una afición casi centenaria aunque las primeras estaciones empezaron a construirse en los años cincuenta. Desde entonces, el deporte ha adquirido una gran popularidad, pese a las incógnitas sobre el cambio climático y la elevada competencia que no afloja.

El boom del ‘après-ski’ y la mayor oferta en verano diversifican una actividad que da ingresos estables

Las estaciones andorranas cerraron una buena temporada el pasado invierno, con un total de 2,3 millones de días de esquí vendidos, con un aumento del 4% respecto al ejercicio anterior, impulsado por un crecimiento en las ventas del canal web (+19%) y del móvil.

En lo que se refiere a la estación Granvalira, la mayor de Andorra, lo datos dicen que el pasado invierno fue una de las temporadas más largas de los últimos años, en la que incluso se acumuló más nieve que el anterior (un 14% más) y que el empuje del mercado británico e irlandés (que ya suman un 15% del total) ha contribuido a posicionar Andorra en el mapa del esquí no sólo en el Pirineo, sino a escala europea. Aunque la euforia postpandemia ha quedado atrás, el esquí sigue siendo un pilar de este microestado. “Sí que hemos detectado una cierta alegría para volver a esquiar”, comenta Gonzalo Navas, responsable de marcas de nieve de la distribuidora Snow Factory, que comercializa en Andorra.

El 54% de los clientes proviene de España y el 9% de Andorra. Dos de cada tres esquiadores llegan de fuera de la península. Los más numerosos son los británicos-irlandeses (15%)

Ante la pujanza del negocio y teniendo en cuenta que para la temporada 2024-2025, las estaciones de Grandvalira Resorts invirtieron cerca de 21 millones de euros en mejoras e infraestructuras, para el próximo año los apasionados de este deporte deberán asumir que tendrán que pagar un poquito más.

Es la ley de la oferta y de la demanda. Y hay que absorber el aumento de costes (energía, personal, mantenimiento), también derivado de la inversión en sostenibilidad y para garantizar la nieve con cañones incluso en momentos de falta de precipitaciones.

El 32% de los clientes de Grandvalira Resorts tiene más de 45 años, es la franja de edad más numerosa

El aumento de precios, cercano al 5%, oscila entre 15 y 100 euros según tipo de pase y condición del cliente. Con las promociones por compra adelantada y reservas y si uno es residente, con varios descuentos, apenas lo va a notar y el impacto será mínimo.

En todo caso, los forfaits representan poco más de la mitad del negocio de las estaciones y apenas el 20% del pastel del negocio de la nieve, que se ha articulado y sofisticado en el curso de los años, amplificando su oferta también para las personas que quieran disfrutar de la montaña en invierno sin esquiar. “El boom del après ski no sé hasta qué punto beneficia a los comercios locales especializados. Entiendo que Andorra quiere posicionarse a un nivel más alto en este negocio del esquí, pero aún no tiene las instalaciones y las infraestructuras para ello”, advierte Gonzalo Navas. “Lo que más preocupa a los operadores, mas que el cambio climático, es la convivencia de distintos tipos de perfiles en las estaciones de esquí. No es lo mismo quién elige Soldeu y se gasta miles de euros que los que optan por alojarse en Pas de la Casa con bajo presupuesto. No sé hasta qué punto esto es sostenible”, expone.

Aumento Las ventas de forfaits crecieron un 4% este año respecto al anterior

Hace tiempo que las estaciones andorranas juegan a dos bandas aprovechan también el verano para desestacionalizar su actividad: el Mon(t) Magic Family Park, con actividades pensadas para niños y familias, y el Golf Soldeu, el campo de nueve hoyos más alto de Europa, la pista Commencal Cyclone Track que suma 105 km de circuitos señalizados para bicicletas eléctricas…. A su vez Pal Arinsal apuesta por del ciclismo de montaña con la apertura del nuevo Bike World, un área temática con circuitos para todos los niveles mientras que Ordino Arcalís, mantiene operativos el Mirador Solar de Tristaina, una actividad que congrega esquiadores en invierno y senderistas en verano.

Andorra, la sociedad de la nieve.

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