
La relatora especial de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, instó ayer a la comunidad internacional a “apoyar la autodeterminación palestina” durante su intervención en la 23.ª conferencia anual organizada por la Fundación Nelson Mandela, en Sudáfrica. “Dos años después del inicio del genocidio, y pese al alto el fuego, la situación en los territorios palestinos ocupados sigue siendo apocalíptica”, advirtió. “El derecho internacional debe actuar: apoyar la autodeterminación palestina no es un acto de caridad, sino una obligación vinculante”, añadió.
Albanese describió la franja de Gaza como “un páramo de escombros, desechos y restos humanos donde los sobrevivientes se aferran a la vida en medio de la enfermedad, la privación y la violencia más brutal que este siglo haya visto” y que dejó 240.000 víctimas entre muertos y heridos. La relatora denunció que la población vive sin acceso a agua limpia, alimentos, medicinas ni electricidad y que, pese al alto el fuego, “el sufrimiento es sistemático y deliberado”, al recordar que más de 100 palestinos han sido asesinados desde el 10 de octubre, cuando entró en vigor el alto el fuego. Ayer se registraron dos heridos, un niño en Rafah y un hombre en el campo de Al Burayi.
El ejército israelí dinamitaba ayer edificios residenciales al este de Jan Yunis, en el sur de la franja de Gaza, pese al alto el fuego, aparentemente en las proximidades de la llamada línea amarilla que marca la retirada parcial de sus tropas, pero que no está señalada sobre el terreno.
Mientras, en Cisjordania, colonos israelíes quemaron coches de palestinos las noches del jueves y el viernes en la aldea de Al Mugayyir, al noreste de Ramala, según la agencia de noticias Wafa, vinculada a la Autoridad Palestina. Al Mugayyir ha sido blanco de frecuentes ataques de colonos, incluyendo asaltos a viviendas y tierras agrícolas, que, en la mayoría de los casos, llevan a cabo bajo la protección del ejército israelí.
