
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha advertido este miércoles de que la falta de presupuestos públicos eleva la incertidumbre económica en la zona euro, donde los riesgos asociados a la fragmentación internacional y la baja confianza de los consumidores van en aumento.
“Con la presentación de presupuestos por parte de varios países de la zona euro aún pendiente, proyectar la futura política fiscal es una dificultad”, ha afirmado Guindos durante la decimoquinta edición del Spain Investors Day, que se celebra entre hoy y mañana en Madrid.
En su discurso, el vicepresidente del BCE ha advertido además de que “las previsiones para la economía de la zona euro siguen siendo débiles y están sometidas a una incertidumbre significativa”.
Al mismo tiempo, “las vulnerabilidades soberanas está aumentando” y, pese a que algunos países logran reducir su deuda sobre PIB, “los retos fiscales persiste en muchos otros”.
España forma parte de los países que, pese a elevar su deuda en términos absolutos, sí están logrando reducir su relación con respecto al PIB. Sin embargo, también es de los que tienen dificultades para presentar unos presupuestos.
Riesgos de “fricciones” y “fragmentación” en el comercio internacional
Guindos ha avisado de que “los riesgos de más fricciones en el comercio global pueden pesar sobre el crecimiento de la zona euro” y ha aludido a la “alta incertidumbre” en toro a las futuras decisiones en Estados Unidos. El “índice de incertidumbre de la Comisión Europea”, ha asegurado, ha alcanzado en el último año “su nivel más elevado hasta la fecha”. Otra amenaza es la “fragmentación” internacional.
El BCE, ha indicado, también está observando “con cuidado” los riesgos en torno a la estabilidad financiera. Le preocupan la conocida como banca en la sombra y también “los recientes aumentos en el interés de los bonos soberanos” en Reino Unido y en Estados Unidos.
Los ciudadanos no perciben la mejora de rentas de la que hablan los datos macro
Otra preocupación tiene que ver en torno a la confianza de los consumidores, cuyo pesimismo “es visible”. “Pese a que los ingresos reales aumentaron en el 2023 y 2024 según las contabilidades nacionales, apenas de una tercera parte de los encuestados por el BCE aseguran que sus ingresos reales han aumentado o al menos se han mantenido”, ha afirmado. “Apenas un 10% de los hogares dicen haber percibido un aumento de los ingresos reales”.
Conforme a los datos actuales, la previsión del banco central es que la inflación se sitúe a medio plazo en su objetivo del 2%. “Si los datos se confirman, la política monetaria es clara y esperamos continuar seguir reduciendo las restricciones a la política monetaria”, ha añadido.