La franja de Gaza es ahora un “campo de muerte”, “un campo de exterminio”, afirmó ayer el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, denunciando a Israel por bloquear la entrada de ayuda humanitaria en lugar de respetar su “obligación inequívoca” de satisfacer las necesidades de la población.
“Durante más de un mes, ni una sola gota de ayuda ha entrado en Gaza. Ni comida, ni combustible, ni medicinas, ni bienes comerciales. A medida que la ayuda se agota, las compuertas del horror se han vuelto a abrir, declaró Guterres a la prensa en la sede de la ONU, en Nueva York. “Gaza es un campo de exterminio y los civiles están atrapados en un círculo vicioso de muerte”, aseguró.
El secretario general rechazó las afirmaciones del Gobierno de Beniamin Netanyahu, que asegura que hay suficientes reservas en Gaza para alimentar a la población, y recordó a Israel sus obligaciones como país ocupante del territorio palestino.
“El camino actual es un callejón sin salida”
“Como potencia ocupante, Israel tiene obligaciones inequívocas en virtud del derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos”, insistió Guterres.
En referencia a la Convención de Ginebra, Guterres destacó especialmente la obligación de la “potencia ocupante” de garantizar el suministro de alimentos y material médico a la población. “Nada de eso está sucediendo hoy”, afirmó, rechazando también las nuevas propuestas de ayuda ofrecidas por el Gobierno israelí.
“Los nuevos mecanismos de autorización propuestos por las autoridades hebreas para la entrega de ayuda amenazan con controlar y limitar severamente la ayuda, hasta la última caloría y el último grano de harina”, añadió Guterres, que decidió plantarse ante la masacre contra el pueblo palestino que lleva a cabo Israel. “Debo ser claro: no participaremos en ningún sistema que no respete plenamente los principios humanitarios: humanidad, imparcialidad, independencia y neutralidad”, dijo el secretario general, exigiendo una garantía de acceso “sin trabas” a la ayuda.
Guterres se refería así a las propuestas hechas a la ONU en los últimos días por el Gobierno de Netanyahu, que pretende reforzar su control sobre la ayuda humanitaria y quiere incluso llevar un recuento exhaustivo del número de las calorías de los productos alimenticios que ingresan en la franja.
Al mismo tiempo, Guterres también expresó su alarma por la grave situación en Cisjordania, donde las tropas israelíes están ocupando y desalojando zonas palestinas, como el campo de refugiados de Yenín. “El camino actual es un callejón sin salida, completamente intolerable a los ojos del derecho internacional y la historia. Y el riesgo de que Cisjordania se convierta en otra Gaza empeora aún más la situación”, dijo. “Es hora de poner fin a la deshumanización, proteger a los civiles, liberar a los rehenes, garantizar la ayuda vital y renovar el alto el fuego”, añadió el secretario general.
