
En pleno debate sobre la ampliación del aeropuerto de Barcelona, el president de la Generalitat, Salvador Illa, ha apostado por establecer una conexión directa entre la capital catalana y Tokio, un enlace que lleva décadas en la agenda de los sucesivos gobiernos de la Generalitat pero que aún no ha sido posible establecer. Aunque el president desliga la posibilidad de fijar este vuelo directo entre las dos ciudades del proyecto de ampliación del aeropuerto, se trata de una empresa que favorecería la actividad empresarial y turística entre Catalunya y Japón, ahora que cada vez más países europeos tratan de fortalecer sus lazos económicos con Asia como consecuencia de la guerra arancelaria iniciada por EE.UU.
La posibilidad de establecer este vuelo directo con regularidad entre Barcelona y Tokio ha sido una de las cuestiones que han tratado Illa y la vicegobernadora de Tokio, Akiko Matsumoto. Durante el primer día de sus viaje de una semana por Japón y Corea del Sur, el president ha iniciado su agenda con un claro carácter económico y cultural. Tras reunirse con empresarios catalanes presentes en Japón Illa se ha citado con Matsumoto para trasladarle el interés en constituir esta ruta directa en la que hace años que se está trabajando y que, a ojos del mandatario catalán, tiene todo el sentido dado “el volumen suficiente de potenciales viajeros, no solo del ámbito empresarial sino también turístico”, que facilitarían la rentabilidad de la conexión.
“Creemos que se dan las condiciones para que se pueda establecer (…) y ayudaremos a que sea así”, ha señalado el president tras la reunión con Matsumoto. De hecho, este vuelo -junto a otros como el directo a Lima (Perú) o Delhi (India)- es una de las grandes prioridades del Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas del Aeropuerto (CDRA), el ente que tiene el objetivo de impulsar estas rutas y que está formado por la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, Aena y la Cámara de Barcelona, que en el último año ha incorporado siete rutas intercontinentales nuevas, a Shanghai (China), Hong Kong, Riad (Arabia Saudí), Dallas Fort Worth (Estados Unidos), Tegucigalpa (Honduras), Tetuán y Essaouira (Marruecos).
Illa cree que se dan las condiciones para que se pueda establecer el vuelo directo y promete ayudar a que sea así
Para ampliar este tipo de conexiones de largo radio en el futuro se antoja necesaria la ampliación del aeropuerto barcelonés, si bien Illa ha dejado claro que la apertura de la ruta directa entre Barcelona y Tokio no estará sujeta a esta ampliación, sobre la que en las próximas semanas se prevé tener noticias. El contexto internacional es, por tanto, un motivo más para apostar por la ampliación de la infraestructura, que además es una demanda del tejido empresarial catalán.

Precisamente, Illa estuvo acompañado en esta primera jornada de su estancia en Tokio por una amplia representación de empresarios catalanes presentes en Japón, con quienes celebró un encuentro organizado con la colaboración de la Cambra de Comerç de Barcelona y la Cámara de Comercio de España en Japón. Al encuentro asistieron los presidentes de ambas cámaras, Josep Santacreu y Kai Jacobsen, así como una treintena de representantes de dichas empresas, de sectores como la alimentación, el textil, la cosmética, la tecnología o el farmacéutico. Entre ellas, marcas tan reconocidas como Desigual, Feixenet, Codorniu, Familia Torres, BonÀrea, Puig, Ficosa, Relats, Doga, Grifols, NTT Data, Bubo Japan, Veolia, Riquísimo, Hotelbeds y Tekoma Energy.
Los empresarios catalanes ven una necesidad global de reforzar las relaciones comerciales con Asia y Japón es un socio tradicional
Santacreu valoró la presencia cada vez más creciente de empresas catalanas en Asia, en especial en Japón, así como el apoyo por parte de la presidencia de la Generalitat en la promoción de estas y otras empresas y “hay una necesidad global de reforzar las relaciones comerciales con Asia y Japón es un socio tradicional”. De hecho, puesto el 55% de las 400 empresas japonesas presentes en España están en Catalunya.
Para el presidente de la Cambra de Comerç, “tiene que haber una mayor presencia de empresas catalanas en Japón” y “se dan todas las circunstancias para reforzar este papel” como consecuencia de la guerra comercial. Unas condiciones que se ven favorecidas además por “una tradición de relación estrecha durante décadas, positiva y en los dos sentidos”, a pesar de que hacía 18 años que un president de la Generalitat no viajaba a Japón.