
El ejército israelí ha anunciado que reanudará durante la noche del sábado el lanzamiento por aire de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, donde el bloqueo del propio ejército ha provocado la muerte por inanición de al menos cinco personas, entre ellas un bebé de 10 días, llamado Hood Arafat, en las últimas 24 horas.
En una nota, las fuerzas armadas del país ocupante han anunciado que, “tras una evaluación de la situación realizada esta tarde, se han iniciado una serie de acciones destinadas a mejorar la respuesta humanitaria en la Franja de Gaza y refutar la falsa afirmación de hambruna deliberada en la FranjaTras una evaluación de la situación realizada esta tarde, se han iniciado una serie de acciones destinadas a mejorar la respuesta humanitaria en la Franja de Gaza”. Esta mejora consistirá en el lanzamiento de siete palés con harina, azúcar y alimentos enlatados sobre la población civil de Gaza, donde cerca de 70.000 niños se encuentran ya en fase de desnutrición clínica. De esta manera, el ejército pretende “refutar la falsa afirmación de hambruna deliberada en la Franja”.
Israel ya había anunciado que permitiría a países extranjeros lanzar ayuda en paracaídas, dando cumplimiento con el levanamiento del bloqueo anunciado en mayo del 2025. Aunque Israel permitió que camiones con ayuda volvieran a entrar a Gaza el 19 de mayo, el número ha sido muy limitado y, su distribución, arriesgada, con más de 1.000 muertos por disparos del Ejército israelí cerca de puntos de reparto o las rutas de los camiones según Sanidad.
A todo ello se suma que la ayuda que termina en los mercados lo hace a precios desorbitados. El Ejército israelí culpa a las agencias de la ONU de no recoger y distribuir unos 950 camiones con ayuda que se encuentran ya dentro de Gaza, pero en la frontera. Estos organismos, por su parte, denuncian las trabas que impone Israel para recogerla.
En el mismo comunicado de las fuerzas de defensa se anuncia el establecimiento de corredores humanitarios designados para “facilitar el movimiento seguro de los convoyes de la ONU que entregan alimentos y medicamentos a la población”. Desde finales del pasado mes de mayo, las agencias de la ONU, que hasta entonces eran las encargadas del reparto de ayuda, fueron relegadas a un segundo plano con la llegada de la polémica Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), respaldada por Estados Unidos, en cuyos complejos militarizados han muerto más de mil personas mientras esperaban en las largas colas. “El Ejército está preparado para implementar pausas humanitarias en zonas densamente pobladas y continuarán operando para desmantelar la infraestructura terrorista y eliminar a los terroristas en las zonas de actividad”, reza el comunicado.
El lanzamiento de ayuda mediante paracaídas ya fue utilizado en el 2024 por los Emiratos Árabes Unidos, Jordania y Francia, entre otros, y fue criticado por numerosos responsables humanitarios que lo consideraban peligroso y de alcance limitado, subrayando que no podía sustituir a la vía terrestre.
Por su parte, el jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, consideró el sábado que la reanudación de los lanzamientos aéreos era una respuesta “ineficaz” a la catástrofe humanitaria en curso. “Los lanzamientos aéreos no pondrán fin al hambre que se agrava. Son costosos, ineficaces e incluso pueden matar a civiles hambrientos”, declaró.