
En Esquerra llevaban días dando pistas sobre cuáles son las coordenadas en las que se van a mover en este nuevo mandato de Oriol Junqueras al frente de la organización. El mensaje más repetido era que el PSC y el Govern de Salvador Illa, igual que el Gobierno de Pedro Sánchez, tienen que cumplir lo pactado con los republicanos de antemano para que la legislatura avance. A ello se añade el hecho de que los republicanos no mostraban prisa alguna por sentarse a negociar toda vez que no ha acabado su congreso y no hay aún una hoja de ruta definida.
Ayer, en la primera reunión del consejo nacional de ERC tras la renovación de la cúpula, acabó de configurarse la posición de partida: ERC no negociará los presupuestos con los socialistas para el 2025 y exige, para tejer nuevas alianzas, que se materialice lo que ya quedó escrito negro sobre blanco antes de las investiduras, sobre todo en materia de financiación y en lo relativo a Rodalies.

Fuentes de la formación republicana recalcan que en adelante cambiará la manera de proceder. “Hasta ahora negociábamos y buscábamos un buen acuerdo y eso era lo más difícil, pero luego no siempre se cumple”, exponen. “Ahora cambia la manera de trabajar, primero que cumplan lo que ya está pactado y si se cumple nos sentamos a negociar nuevamente”, añaden estas fuentes, que sostienen también que aunque los socialistas se apresuren a cumplir lo firmado ya no hay tiempo material para abordar las cuentas de este año. Por ello, apuntan que en todo caso se sentarán a negociar las del 2026 llegado el caso.
En su intervención pública de ayer, breve y concisa, Junqueras dejó claro a los socialistas que no negociarán los presupuestos generales del Estado ni los de la Generalitat mientras no vean cumplidos los acuerdos rubricados para las investiduras de Sánchez e Illa. “No llegaremos a nuevos acuerdos hasta que no se cumplan los que ya tenemos”, afirmó el dirigente, acompañado de la secretaria general de la formación, Elisenda Alamany. “Eso coincide con el sentido común y con el sentido mayoritario de muchos trabajadores y empresas”, agregó justo después, puntualizando que no se trata de “una estridencia ni de una amenaza”. Con todo, sí es un giro respecto al guion previsto y a la estrategia previa.

Asimismo, el dirigente republicano pidió a otros actores de la sociedad catalana que apoyen a ERC en sus pretensiones. “Exigimos el cumplimiento porque estamos convencidos de que es útil para la mayoría de nuestro país y nuestra sociedad. Y querríamos que la mayoría de la sociedad nos acompañe en la exigencia del cumplimiento de los acuerdos por parte de la Generalitat y del Gobierno español”, remarcó el presidente de Esquerra, que justificó que sin la consecución de los acuerdos no se pueden elaborar unos buenos presupuestos. “Es imposible que haya una propuesta presupuestaria que sea le mejor si no incluye los ingresos de una mejora de la capacidad recaudatoria de nuestras instituciones o si no tiene en cuenta las necesidades en infraestructuras y en Rodalies”, justificó.
El anuncio de ERC supone un torpedo los planes del presidente de la Generalitat, que se había comprometido a tener presupuestos para el año 2025 cuando asumió la presidencia en agosto y en los últimos meses ha expresado su convencimiento de que con generosidad y respetando el tiempo interno de los demás partidos alcanzaría un acuerdo con los republicanos y los comunes. Este mes de enero la consellera de Economia i Finances, Alícia Romero, arrancó una ronda de reuniones con los grupos parlamentarios y con los agentes sociales para abordar las cuentas catalanas y su intención es seguir adelante.

En cualquier caso, el escenario se complica para los socialistas y esas consideraciones del presidente de Esquerra se hacen extensibles también a los presupuestos generales del Estado, si bien es cierto que el ritmo en el Congreso de los Diputados es otro y ni siquiera se ha aprobado todavía el techo de gasto.
Este movimiento de Junqueras se avanza a la definición política del partido en esta nueva etapa. Aunque se renovó la dirección justo antes de Navidad, el 15 y 16 de marzo se celebra en Martorell la segunda fase del congreso de ERC. En esa cita se tiene que aprobar la estrategia y el rumbo que adopta el partido. Después, hasta junio, se renovarán las direcciones territoriales, sectoriales y comarcales.
A primeros de febrero ya habrá un primer esbozo de los documentos del cónclave. De todos modos, en las comisiones redactoras no están representados los rivales de Junqueras en las primarias, que mediante las enmiendas pueden modificar la hoja de ruta que se dará a conocer dentro de tres semanas. De hecho, ya han dejado claro que esa es su intención. Además, quieren limitar el poder de Junqueras y Alamany.
Aunque se ofreció un puesto tanto a Nova Esquerra Nacional como a Fóc Nou en cada ponencia, las dos candidaturas alternativas declinaron la oferta al considerar que la representación no era proporcional y se reservan el derecho de enmienda para tratar de influir y lograr sus postulados.
