
Aunque aún faltan 19 meses para las elecciones municipales de 2027, la cita será decisiva para el escenario político catalán. Por ello, los partidos ya engrasan sus maquinarias para estos comicios. En este contexto, Junts per Catalunya ha celebrado este sábado una convención municipalista para trabajar en el reglamento de elección de sus candidatos, con la firme voluntad de tenerlos elegidos a lo largo de 2026. Entre los retos de los posconvergentes, está la contención del auge de Aliança Catalana y, pese a que no ha habido una mención explícita hacia la formación de Sílvia Orriols, el secretario general de JxCat, Jordi Turull, ha contrapuesto el proyecto de su partido al de la extrema derecha catalana.
Durante su intervención en la convención municipalista, Turull ha sacado pecho de que sus alcaldes han sido los que pusieron encima de la mesa “la necesidad de actuar en cuestiones como la multirreincidencia, los fraudes constantes en el padrón o las ocupaciones delincuenciales”. “Se nos ha dicho absolutamente de todo, pero lo hemos puesto en la agenda municipal, nacional y estatal. Se ha hecho con rigor, no con tópicos, y hay alcaldes de otras formaciones que nos pusieron etiquetas y ahora os vienen a dar la razón”, ha añadido el dirigente posconvergente.
En esta línea, ha defendido que los alcaldes y concejales de su formación propugnan “acciones y soluciones” frente al “griterío”. En este sentido, ha advertido que “tendremos que hacer frente a un contexto extremadamente difícil, con muchos retos y amenazas”. Por ello, ha querido marcar distancias con el PSC y Aliança: “El país no se puede permitir aquella política de la inercia y la resignación, ni tampoco se puede permitir que al frente de los ayuntamientos haya fuerzas que lo que quieran es recrearse en los problemas, atizar el odio y la división”.

Turull ha ido más allá cuando ha señalado que los de Orriols van en contra de “los valores tradicionales del catalanismo valiéndose del malestar a nivel local y nacional”. El secretario general de JxCat ha apelado a que los ciudadanos no tengan que elegir “entre políticas vacías y llenas de postureo o aquellas que solo contribuyen a incrementar los problemas”. “No debe ser una elección entre los que quieren adormecer al país ni los que lo quieren incendiar todo”, ha destacado, ante lo que ha erigido a Junts como una fuerza “central” alejada de “extremos”.
Desde esta perspectiva, el dirigente de Junts ha instado a sus representantes municipales a “no rehuir ningún reto” y a afrontarlo “sin postureo y con ambición”: “La cuestión es tener la firme voluntad de que las cosas vayan bien y no de quedar bien”.
Por su parte, el presidente del espacio municipalista del partido, Josep Maria Vallès, ha hecho un llamamiento a los alcaldes a “estar ya comunicando los hechos y mejoras que estamos haciendo”. “Nuestro electorado tiene que percibir el trabajo que estamos haciendo, porque si no es así la acción de gobierno no llega. Es mejor comunicar cinco proyectos 50 veces que comunicar 50 proyectos en cinco ocasiones”, ha defendido.
El también alcalde de Sant Cugat del Vallès -que es el municipio más grande en el que gobierna JxCat- ha criticado la “infrafinanciación” que sufren las administraciones locales y ha lamentado la “inacción” del Govern y del Gobierno, algo que a su entender genera “saturación social”. En paralelo, ha reprochado al Ejecutivo central que continúe “bloqueando” las leyes sobre multirreincidencia y ocupaciones delincuenciales de Junts en el Congreso, cuestión que precisamente abordaron este lunes en Waterloo una representación de alcaldes con Carles Puigdemont y Jordi Turull.
Esta cita de ámbito municipal, prevista desde hace semanas, precede a la ejecutiva clave que JxCat celebrará en 48 horas en Perpiñán (Francia) para decidir si rompe con el PSOE.
