Kim Jong Un recibe con honores los féretros de soldados norcoreanos que combatieron en Rusia

Era el secreto peor guardado de la hermética Corea del Norte, pero ha tenido que esperar muchos meses para ser reconocido de forma pública. Esta semana, el presidente Kim Jong Un ha ido un paso más allá, al recibir a pie de escalerilla los féretros de una veintena de soldados norcoreanos caídos en combate en Rusia, en un emotivo homenaje televisado. 

Las imágenes muestran al líder supremo al borde del llanto, fundiéndose en un abrazo con un soldado superviviente o arrodillado ante los retratos de un centenar de fallecidos.  

La grabación fue retransmitida por la televisión oficial ayer viernes, víspera del viaje a Japón del presidente surcoreano Lee Jae Myung. El mensaje subliminal a sus dos rivales es que Corea del Norte cuenta con un aliado poderoso, Rusia, que espera que llegado el caso corresponda a la sangre norcoreana derramada para repeler la invasión de su territorio.  l año pasado, los presidentes Vladimir Putin y Kim Jong Un actualizaron y ampliaron sus acuerdos militares de asistencia mutua. 

Otras imágenes de ayer muestran al “Respetado Camarada” Kim condecorando a varios oficiales que intervinieron en la expulsión de tropas ucranianas del oblast ruso de Kursk. Dicha invasión -réplica ucraniana a la invasión rusa del Donbass- se inició en agosto del año pasado y duró ocho meses y medio, sin lograr su objetivo de aliviar la presión rusa en las “cuatro nuevas provincias” arrebatadas a Ucrania. 

El ejército ucraniano sacrificó a decenas de miles de sus tropas más curtidas en una aventura que había sido calificada como “audaz y valiente” por Richard Moore, director del Mi6 británico, que también estimó en “seis mil” las bajas de la asistencia norcoreana, entre muertos y heridos. Sus colegas surcoreanos estimaron en “seiscientos” el número de fallecidos coreanos. 

Corea del Norte está lejos de reconocer estas cifras, pero durante meses ni siquiera confirmó el envío de tropas. A finales de junio, durante un acto en un teatro de Pyongyang, con la presencia de Kim Jong Un, se proyectó de forma inesperada una grabación en la que el líder supremo saludaba seis féretros envueltos en la bandera de la República Popular Democrática de Corea. Esta vez han descendido del Antonov ruso por lo menos veinte. 

A finales de abril, cuando el último soldado ucraniano ya había sido expulsado de suelo ruso, el general Valeri Guerasimov, primero, y Vladimir Putin, después, elogiaron “el profesionalismo” y “el heroísmo” de los soldados norcoreanos, en un reconocimiento explícito de su presencia en el frente. Hace apenas una semana, Putin mandó una carta explícita de agradecimiento a Kim Jong Un, que ha prometido seguir colaborando con el envío a Kursk de unidades de desminado y construcción de búnkeres y fortificaciones. 

Mensaje disuasorio

El vídeo se emite justo antes de la visita del presidente de Corea del Sur a Japón

El retorno de hasta diez mil soldados norcoreanos fogueados inquieta en Corea del Sur, cuyos hombre entraron en combate por última vez -teóricamente como voluntarios- en la lejana guerra de Vietnam, en apoyo de Estados Unidos y del gobierno tutelado de Vietnam del Sur. 

Entre 2022 y 2024, la presidencia truncada del derechista Yoon Suk Yeol endureció las posturas a ambos lados del paralelo 38. Aunque esta misma semana Corea del Norte haya denunciado por lo menos diez disparos de advertencia procedentes de Corea del Sur sobre sus tropas, en la zona desmilitarizada. 

Kim Jong Un se abraza a un veterano de la campaña de Kursk

Kim Jong Un se abraza a un veterano de la campaña de Kursk

KCNA

El sucesor de Yoon, el socialdemócrata Lee Jae Myung, se esfuerza en apaciguar la tensión con el vecino comunista y ha declarado que su gobierno no perseguirá un cambio de régimen al norte del paralelo 38, aunque la reunificación siga siendo un objetivo irrenunciable a largo plazo. 

Pyongyang siempre forma parte del menú en cualquier encuentro entre los dirigentes de Corea del Sur y Japón, como el que empieza hoy. Al igual que las décadas de ocupación nipona de Corea, que todavía escuecen, sobre todo, entre la izquierda el centroizquierda coreanos. Por eso ha sorprendido a algunos que Lee escogiera Tokio para su primera visita oficial al extranjero, aun señalando su carácter eminentemente económico (le acompaña la plana mayor de los grandes conglomerados coreanos).

Japón es una elección simbólica, como lo fue la visita de su primer invitado a Seúl,  To Lam, secretario general del Partido Comunista de Vietnam  y primera figura del país, que también conoce de primera mano el trauma de la división nacional. 

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Protestas ayer viernes en Seúl contra Donald Trump y Shigeru Ishiba

JEON HEON-KYUN / EFE

El encuentro “económico” entre Lee y el primer ministro nipón, Shigeru Ishiba, tiene también una dimensión política y ambos dialogarán con un ojo puesto al otro lado del Pacífico. Los dos dirigentes asiáticos ya recusaron, aparentemente de forma coordinada, la invitación a la última cumbre de la OTAN en La Haya, en la que el presidente estadounidense Donald Trump pasó el cepillo entre los socios europeos. 

La claudicación del liderazgo de la UE  no presagia nada bueno para el bolsillo de japoneses y surcoreanos, principales baluartes del poder estadounidense en Asia. Donald Trump no solo parece empeñado en elevar al 3,5% del PIB el gasto militar de Corea del Sur y Japón, sino también en cobrar todavía más por el mantenimiento de decenas de bases e instalaciones militares estadounidenses en su territorio. Mientras acaba de imponer un arancel del 25% a sus exportaciones a EE.UU..

Aliados bajo presión

Taiwán se pliega a la exigencia de Trump de acercar su gasto en Defensa al 3,5% del PIB

Otro aliado político, Taiwán, donde está en el poder el Partido Democrático Progresista -la fuerza más cómoda con la tutela estadounidense- se ha plegado ya a los designios de Washington. . Su presidente prometió ayer cumplir prácticamente a rajatabla, con un aumento del presupuesto militar hasta el 3,32% del PIB taiwanés, ya el año próximo. En su mayor parte se dedicará a la adquisición de armamento estadounidense. 

Cabe señalar que el presupuesto militar de la autodenominada República de China era del 2,1% en 2020 y del 2,45% en 2025, por lo que la actualización supondría un desembolso adicional de 6.500 millones de euros anuales. Atenuado, al parecer, por la inclusión en Defensa de partidas hasta ahora camufladas en otros ministerios, como las dedicadas a patrulleras.

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