

Nuevo giro de guion en la causa contra el empresario Javier López Madrid y el excomisario José Manuel Villarejo por el hostigamiento a la doctora Elisa Pinto. A principios de año, ambos lograban que una Sala de la Audiencia Nacional les diera la razón y acordara el archivo de la causa en plenas cuestiones previas de la vista oral al considerar que Pinto no estaba legitimada para acusarles y la Fiscalía Anticorrupción se había negado a presentar acusación.
Ahora, la Sala de apelación ha dado la razón a esta mujer, que lleva batallando legalmente contra el yerno del afamado constructor Juan Miguel Villar Mir –ya fallecido–, a quien acusa de estar detrás de una campaña de acoso contra ella, incluido un apuñalamiento, por un conflicto personal.
La sentencia, de la que ha sido presidenta Manuela Fernández de Prado, explica que no es válido el argumento utilizado por el otro tribunal –que estimó el criterio de las defensas– de que Pinto no puede actuar como acusación particular contra un delito de cohecho activo y pasivo.
A juicio del tribunal, se tiene que valorar que la causa que se sigue en la Audiencia Nacional está conectada con la seguida en los juzgados ordinarios de Plaza de Castilla, por la que se acusa también a ambos por acoso, amenazas y lesiones, mientras que el seguido en la Audiencia es por el presunto pago a Villarejo por parte del empresario para que llevara a cabo este tipo de actuaciones para amedrentar a Pinto. Son dos causas penales distintas, seguidas en juzgados distintos, pero que la Sala recuerda que están conexos.
Por esta razón, los magistrados consideran que Pinto tiene el derecho de poder acusar por todos los hechos, aunque uno de ellos se haya desgajado en la Audiencia Nacional por el cohecho de Villarejo, en el marco de la macrocausa conocida como Operación Tándem que se sigue contra él como presunto líder de una organización criminal.
La sentencia explica que es de “justicia” que se permita a Pinto estar personada por el contrato a Villarejo
Para la presunta víctima de este caso precisamente todo el hostigamiento contra ella comienza con ese primer encargo a Villarejo para obligar a Pinto a no apartarse de López Madrid. Según la tesis de la doctora –recogida ahora por el tribunal– cuando ésta finalmente le denunció, se produjo una “manipulación del procedimiento policial y judicial corrompiendo funcionarios policiales para que lograsen archivarlo”.
El tribunal califica de “bizarras” las argumentaciones para haber archivado la causa a López Madrid
El tribunal califica de “bizarras” las argumentaciones para archivar la causa contra López Madrid en la fase de cuestiones previas, ya con la vista oral arrancada.
Entre otras cosas, alega que en este asunto Pinto siempre ha actuado como acusación particular en este delito de cohecho y ni en fase de instrucción ni en el tribunal se le ha impedido hacerlo, ni nadie lo había planteado así.
A las puertas del juicio, el partido Podemos que se figuraba como acusación popular se retiró de la causa pero sin embargo no se permitió que Pinto “mutara” de acusación particular a popular, lo que sí le habría permitido acusar de cohecho.“La mutación de particular a popular solicitada subsidiariamente por quien lleva años en la posición acusatoria al lado del fiscal tanto en la fase de instrucción, como en la intermedia, debe perfectamente operar, además de por el motivo de legalidad por obvias y garantistas razones de Justicia”, recoge la sentencia.
Lo que hace por tanto el tribunal es aceptar el cambio de Pinto a acusación popular y ordenar al Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia que vuelva a ordenar la apertura del juicio para que se celebre, aunque esta resolución todavía puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.
La letrada que defiende a la doctora pide para ellos seis años de prisión porque presuntamente en septiembre de 2013, López Madrid “contrató a Villarejo a sabiendas de que era comisario en activo” para que “le ayudase a finalizar un asunto personal” en relación con Elisa Pinto.
Éste aceptó el encargo y llevó a cabo seguimientos telefónicos y a partir de 2014 se dedicó a hostigar a a la doctora Pinto para evitar que denunciase al empresario por acoso.
El escrito también relata que el empresario fue al despacho de Pinto junto al abogado Rafael Redondo –también acusado– “con intención de hostigarla”. En el marco del conflicto entre López Madrid y Elisa Pinto, el primero también presentó denuncia contra la doctora por acoso, si bien la jueza lo archivó en noviembre del 2022.