El Patronato de la Fundació La Caixa, presidido por Isidro Fainé, ha acordado esta mañana el relevo de Ángel Simón, vicepresidente ejecutivo de CriteriaCaixa, su sociedad de inversión que controla al 100% y a través de la que gestiona todas sus participaciones industriales, y su sustitución por Francisco Reynés, hasta ahora presidente ejecutivo de Naturgy y también patrono. Reynés mantendrá, por lo menos de momento, también la presidencia ejecutiva de la empresa gasista.
El súbito relevo en la máxima responsabilidad ejecutiva del primer grupo de inversión empresarial española, ha sido una sorpresa que se ha incubado en los últimos días y con la máxima discreción. Simón era consejero delegado de CriteriaCaixa desde hacía poco más de un año, en febrero del 2024 y Fainé había propuesto su nombramiento unos meses antes. Hasta ese momento era presidente ejecutivo del grupo Agbar, controlado por la francesa Veolia, de la que Criteria, a su vez, ha pactado alcanzar un 5%.
Las razones del cambio tendrían que ver con el distanciamiento de Fainé respecto a la gestión de Simón y se produce en el contexto del futuro relevo en la presidencia de la Fundació; un cambio que no tiene fecha, pero que sí concita muchas especulaciones sobre los posibles candidatos.
El episodio reciente más visible de las turbulencias en la cúpula del grupo La Caixa fue el cuestionamiento de la entrada de CriteriaCaixa en el capital de Celsa, operación que se anunció a primeros de abril y que dos semanas después fue puesto en entredicho con un nuevo comunicado de la sociedad. La marcha atrás pareció una desautorización de Simón, al tiempo que un contratiempo para la Generalitat y el Gobierno de Pedro Sánchez, impulsores de la entrada de Criteria en Celsa.

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés,
También hubo tensiones cuando Fainé decidió nombrar a Josep Maria Coronas, hasta entonces secretario de la Fundación, nuevo director general de la misma, manteniendo ambos cargos. Esa opción desencadenó la dimisión del hasta entonces vicepresidente de la Fundació, el notario Juan José López Burniol y tampoco fue bien recibido por Simón.