
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha publicado este jueves la actualización de la normativa en base a la cual se regula el funcionamiento de los servicios de operación del sistema eléctrico, (servicios de ajuste) y que va a permitir que las energías renovables contribuyan a controlar la tensión del sistema eléctrico para evitar fallos como el ocurrido el 28 abril que llevó al cero eléctrico.
El documento, aunque conocido hoy, fue aprobado por el órgano de competencia el pasado día 12 una semana antes de que tanto el Gobierno como Red Eléctrica incluyeran en sus informes sobre el apagón esta modificación como una de las medidas urgentes a tomar para evitar la repetición del evento.
Años de retraso
La norma acumula años de retraso en los cajones del regulador.Red Eléctrica llevaba desde 2021 que se actualizara esta norma a tenor de la fuerte penetración de renovables en el sistema y porque desde ese año todas las fotovoltáicas instaladas tienen la capacidad técnología de hacerlo. La propuesta que ahora ve la luz había sido lanzada en audiencia e información pública el pasado 18 de noviembre de 2024 y desde entonces ha estado integrando alegaciones recibidas.
Ambos informes apuntan a fallos en el control de tensión del sistema como el detonante final del cero eléctrico. El organismo ha completado ahora la revisión de las normas técnicas (procedimientos de operación) que regulan el detalle de funcionamiento del servicio de control de tensión necesario para la operación del sistema eléctrico.
Con la legislación vigente son las tecnologías convencionales (nuclear, hidroeléctrica y térmica (ciclos combinados y carbón) , las también llamadas tecnologías síncronas) las encargadas de cumplir esa labor, aunque la la CNMC recuerda en la publicación lanzada hoy que la generación síncrona y la asíncrona ya tienen actualmente obligaciones de control de tensión (desde el año 2000 y 2014 respectivamente).
Habrá que esperar a 2026
Tradicionalmente, la generación síncrona (térmica e hidráulica) ha proporcionado este servicio, mientras que la generación asíncrona (como solar o eólica) y la demanda (consumidores de electricidad) sólo tenían la obligación de mantener su generación o consumo de energía reactiva dentro de unos límites.
Con esta revisión se introduce dinamismo en el servicio de control de tensión, y se incentiva el desarrollo de capacidades para poder proporcionar mayores recursos por parte de todas las tecnologías de generación y de demanda.
El efecto de la norma está lejos de ser inmediato. Según explicó el miércoles, Concha Sánchez, directora de operación del sistema de Red Eléctrica, su puesta en marcha “no llegará el día que veamos la norma en el Boletín Oficial del Estado. Habrá que hacer pruebas y no creo que esté disponible antes de principios de 2026”.