Dos días después de la dana, el ministro de Transportes, Óscar Puente, detalló el impacto de las inundaciones de octubre pasado en la movilidad valenciana y explicó que las principales carreteras, tres líneas de Cercanías y la línea de alta velocidad en Valencia estaban “gravemente” dañadas. No es extraño que, ante esta afectación de la red, se produjesen incidencias en el transporte de mercancías, como el desvío de la circulación por el cierre de autovías, lo que supuso retrasos de suministros y mayores costes de producción. Es una de las consecuencias económicas que resalta el Banco de España en un artículo de este martes, donde detalla que el índice de cuellos de botella que hubo en la cadena de producción se disparó de modo similar al observado con el huracán Katrina de EEUU en 2005, aunque tras dos semanas todo se fue “normalizando”.

La dana en España y el Katrina en EEUU provocaron problemas de suministro similares
Fue uno de los impactos inmediatos de la dana en la economía valenciana, como las dificultades de los trabajadores para acudir a sus centros de trabajo, por las obvias restricciones a la movilidad que hubo aquellos días; las dificultades de acceso a los servicios bancarios y a los medios de pago (incluyendo el deterioro de billetes), que obstaculizaron la actividad; o los daños en las infraestructuras y establecimientos turísticos y en las playas, que redujeron las reservas de hoteles y restaurantes en la zona.

La disrupción de la actividad económica y la destrucción del stock de capital y riqueza fueron los dos efectos más inmediatos, pero hubo otros en el corto plazo, como el mayor gasto para la reposición de bienes duraderos dañados que han ido haciendo las familias y las empresas, como la compra de vehículos, o las ayudas a la reconstrucción, capítulo en el que se incluyen tanto las ayudas directas, como las indemnizaciones o las donaciones recibidas, entre otros.
Asimismo, se fija también en el medio y el largo plazo. Por ejemplo, advierte que las inundaciones podrían tener un impacto positivo sobre la productividad, cuando las empresas supervivientes reemplazan el capital viejo por uno más moderno y productivo; y que el daño a los activos de las empresas y familias puede afectar negativamente a su solidez financiera e, incluso, llevar al cierre de negocios.
De hecho, la Cámara de Comercio de Valencia ya alertó la pasada semana de que un centenar de empresas industriales y el 30% de los comercios afectados no habían reabierto tras la dana. La CEV recogía ayer que la actividad empresarial en la zona afectada se ha recuperado en un 90%, aunque los ritmos de avance son “desiguales”. Añadían que el sector primario es el más afectado y que el comercio minorista mantiene aún cierres significativos —en municipios como Massanassa, más de la mitad de los comercios siguen cerrados—. En la hostelería, la recuperación alcanza el 80%, con entre un 15 y un 20% de negocios que no reanudarán su actividad, mientras que el transporte y la logística rondan el 90%.
En la industria, el avance es mayor, dice la CEV, en la química alcanza el 99% de recuperación, en la madera y el mueble el 90%, en la agroalimentación también el 90% en las grandes empresas, con cierres del 10 al 20% en las pymes de menor tamaño, y en el metal la recuperación es del 80% en actividad y del 95% en empleo.
Según la CEV, la actividad empresarial en la zona afectada se ha recuperado en un 90%
Del impacto en las empresas y en las localidades ha dado cuenta también el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, en un nuevo informe que analiza la facturación de las empresas afectadas por la dana y su posterior recuperación, en el que advierte que esta ha sido “muy desigual en función de la localidad en la que se encuentren, el tamaño y el sector al que pertenezcan”. Advierten que, si se tiene en cuenta la totalidad de los municipios, las empresas registraron un aumento de sus ventas del 3% en el cuarto trimestre de 2024 (respecto al mismo trimestre del año anterior) y del 6,1% en el primer trimestre de 2025.
Si se acota el análisis a los 28 municipios más afectados (en situación de emergencia 2), el crecimiento en el último trimestre de 2024 es solo del 0,3%, mientras que la recuperación llegó con más fuerza al crecer de media sus ventas un 7,4% en el primer trimestre de 2025 respecto al mismo de 2024.
