La economía de la zona euro apenas creció en el segundo trimestre, con un avance mínimo del 0,1% intertrimestral,
según los datos publicados este miércoles por Eurostat. Deja una desaceleración desde el 0,6% previo, cuando el tirón exportador para avanzarse a los aranceles impulsó el dato. Las tasas y las turbulencias comerciales marcaron un periodo que ha pesado más en unos que en otros, si bien mejora el estancamiento que esperaban los analistas.
En el detalle por países, se da una contracción de la economía alemana, que cae una décima, o de Italia, en la misma proporción. Mayor es el descenso de Irlanda (1%), acostumbrada a grandes vaivenes en sus datos. Pese a las contracciones, ninguna economía se encuentra en recesión, pero se van notando los efectos de un panorama internacional más complicado tras la entrada en vigor de los aranceles de EE.UU.
España escapa a la tendencia negativa y ve crecer su economía un 0,7%, una décima más que el semestre previo, y es la que más crece de toda la eurozona. Salvo esta y otras excepciones, la tendencia general es a una desaceleración. Entre el resto de grandes economías, Francia avanza un 0,3%. Destaca el avance de Portugal, con un 0,6%, la que más crece tras España. Estonia (+0,5%), completa los tres primeros puestos.

“La debilidad generalizada en los datos nacionales indica que la economía carece de impulso y que sólo un puñado de países están impulsando su crecimiento”, señala Riccardo Marcelli Fabiani, de Oxford Economics, quien apunta que los próximos trimestres puede haber más correcciones.
En el caso alemán han pesado una reducción en las inversiones en equipamiento y construcción, en medio de la incertidumbre por los aranceles de EE.UU., su principal socio comercial. Durante el primer trimestre, la anticipación por las tasas había llevado al mercado a adelantar exportaciones, lo que había supuesto un empujón para la producción industrial, que ahora se ha desvanecido. Entre enero y marzo se había avanzado un 0,3%. “Tras unas buenas cifras, esto vuelve a ser decepcionante para la economía alemana”, estima Jens-Oliver Niklasch, de LBBW.
Alemania se contrajo tanto en el 2023 como en el 2024, lo que ha llevado a un despliegue milmillonario de fondos para intentar revertir la situación, principalmente con inversión en infraestructuras o defensa. Según Capital Economics, “se espera que Alemania se vea más afectada por los aranceles que otras grandes economías y que siga teniendo dificultades este año, antes de que las medidas de estímulo fiscal comiencen a impulsar la economía en el 2026”.